Un estudio del líder mundial en reproducción asistida confirma que la vacuna COVID no afecta a los tratamientos
La ciencia es más lenta que las teorías conspiracionistas. Dos investigaciones presentadas en el Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología celebrado en Milán y lideradas por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), el mayor grupo de reproducción asistido en el mundo, han confirmado que la vacuna contra la COVID-19 no afecta a las tasas de éxito de los tratamientos reproductivos, lo cual contradice ciertas tesis defendidas por el movimiento conspiracionista. Las dos investigaciones del IVI están siendo revisados por parte de evaluadores externos de cara a su publicación en revistas científicas como Fertility and Sterility.
Las conclusiones del IVI se suman al estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, publicado en la revista científica American Journal of Epidemiology, que señala que la vacuna contra la COVID-19 no perjudica la fertilidad en ninguno de los miembros de la pareja.
El primer estudio ha analizado cerca de 5.000 casos y confirma que no existe influencia negativa ni del tipo de vacuna administrada, ni del número de dosis, ni del tiempo transcurrido entre la vacunación y el tratamiento reproductivo, mientras que la segunda investigación corrobora que el tipo de vacuna recibida contra la COVID-19 no afecta a la función ovárica de las pacientes en un tratamiento de reproducción asistida.
“En el primero de nuestros estudios hemos evaluado la tasa de implantación sostenida en el tiempo, es decir, aquellos embarazos que son evolutivos, en un grupo de pacientes donde se hizo PGT-A (Diagnóstico Genético Preimplantacional) para asegurar que la calidad del embrión era adecuada y homogénea en toda la población de estudio”, explica el doctor Antonio Requena, director general médico de IVI.
“El análisis de esta información lo que nos corrobora es que no existe ningún tipo de influencia negativa ni del tipo de vacuna administrada, ni del número de dosis, ni del tiempo transcurrido entre la vacunación y el tratamiento de reproducción, lo cual es información que puede tranquilizar a cualquier persona que pueda tener inquietud o duda sobre este tipo de circunstancias”, agrega.
El estudio retrospectivo, con una muestra de cerca de 5.000 casos, analiza la posible influencia de la vacuna contra la COVID-19 en las tasas de implantación tras una transferencia de embriones euploides —cromosómicamente normales— únicos. El foco principal de este estudio atiende al tipo de vacuna que el paciente había recibido, así como el número de dosis y el tiempo entre la administración de la vacuna y el momento en el cual se realizó el tratamiento reproductivo.
“Dada la novedad de esta enfermedad, existe una carencia de información sobre los efectos que pueda tener en la salud reproductiva de la sociedad, por lo que estudios como este abocan cierta luz a estas inquietudes respecto a la posibilidad de que, bien la infección, bien la vacunación, puedan tener alguna influencia negativa sobre la receptividad endometrial. No obstante, y aunque es necesario evaluar más profundamente el presente campo de estudio, lo que está claro es que apuntar hacia la maternidad no es razón para retrasar la vacunación contra la COVID-19”, apunta Requena.
La segunda investigación confirma que el tipo de vacuna recibida contra la COVID-19 no afecta a la función ovárica de las pacientes en un tratamiento de reproducción asistida.
“Desde que se declarara la pandemia de COVID-19 y su consiguiente búsqueda intensiva de vacunas para lograr la inmunidad colectiva, han sido varios los focos de información que apuntaban hacia una relación entre vacunación y esterilidad. En este punto, el objetivo de este trabajo ha sido evaluar y confirmar que no hay impacto negativo de los diferentes tipos de vacunas sobre la fertilidad femenina”, explica el director general médico de IVI.
El estudio, de carácter retrospectivo, se realizó entre enero y octubre de 2021 en 510 mujeres vacunadas frente al SARSCoV-2 que se sometieron a un tratamiento de reproducción asistida con óvulos propios en cualquiera de las clínicas que IVI tiene repartidas por la geografía española.
“Al igual que en el trabajo anterior, son necesarios más datos y un aumento en el tamaño de la muestra para confirmar estas conclusiones en la población general, pero esta investigación supone un interesante y esperanzador punto de partida, siendo, además, el primer estudio que evalúa si el tipo de vacuna administrada contra el SARS-CoV-2 afecta a la función ovárica en los tratamientos reproductivos ”, concluye Requena.
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