El exministro Asunción acusa a los exgestores del Banco Valencia de “hundir” su empresa
El exministro socialista Antoni Asunción ha asegurado este martes en la Audiencia Nacional que “fue un error dejar entrar” al Banco de Valencia en su piscifactoría Acuigroup Maremar, y ha acusado a los exgestores de la entidad de “hundir” una sociedad que hoy podría estar “en la primera línea” del sector.
Asunción ha declarado ante el juez Santiago Pedraz, que le imputó un delito de administración fraudulenta y otro de apropiación indebida por la venta de la empresa que fundó junto al expresidente de la Fundación Valencia FC Társilo Piles, que deberá comparecer mañana.
Según el exresponsable de Interior, ha conseguido “aclarar” el asunto al magistrado y se ha referido a la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia del 1 de diciembre de 2014, que desestimó el recurso de Inversiones Valencia SCR, participada al 100 % por el Banco Valencia.
“Hay una sentencia ya firme y no hay ninguna novedad que no estuviera resuelta en ella”, ha subrayado Asunción, que ha mostrado su confianza en que con ella logre acabar “con este conflicto”.
El imputado ha subrayado que su relación con los responsables de la entidad era simplemente “comercial” y “no había amistad por medio” ni “favoritismos de ningún tipo”, sino que, “al contrario”, les han “hundido la empresa”, hoy en manos de la familia canadiense Cooke.
“Fue un error dejarles entrar”, ha lamentado Asunción, que ha apuntado directamente a los “gestores que puso el Banco de Valencia, Celestino Aznar y Fernando Pemartín”, como los responsables de haber perdido una empresa “boyante y con una proyección impresionante”.
Adquisición del 20% de la piscifactoría
El Consejo de Administración de la entidad aprobó en junio de 2006 adquirir un 20% de Acuigroup a través de IV SCR bajo la condición de elaborar un informe de revisión contable, que concluyó la inexistencia de contabilidad en 2006, mientras que no se pronunciaba sobre las existencias, según un informe del Banco de España que consta en la causa.
Pese a que no se informó al Consejo, la entidad “consideró que la empresa valía 30 millones y se desembolsaron 6, de los que 3 se pagaron en una ampliación de capital y los restantes a los anteriores socios que, no obstante, mantuvieron” la gestión.
En julio de 2010, la Junta General de la piscifactoría acordó un aumento de capital de 2,3 millones, que fue íntegramente asumido por IV SCR, la cual desembolsó a su vez una prima de asunción de 2,7 millones. Así, se hizo con el 68,01 % del capital, mientras Asunción y Piles permanecían como titulares del 31,85 %.
Pero en esa fecha, la piscifactoría “ya se encontraba en situación de impago generalizado” y, en octubre, Banco de Valencia “obtuvo evidencias de la manipulación contable de las existencias”, motivo por el que se encargó un estudio jurídico a Garrigues.
“Potenciales incorrecciones”
Este despacho señaló que una vez adquirió la participación mayoritaria, el nuevo director gerente de IV SCR, Fernando Pemartín, “comienza a informar” de la existencia de “potenciales incorrecciones en la valoración de las existencias, que podrían suponer una sobrevaloración de las mismas”.
La corrección de la cuenta de resultados del grupo supuso una pérdida entre 2010 y 2011 de aproximadamente 20 millones, “una magnitud muy relevante en comparación” con el resultado del primero de los ejercicios, que fue de 60,6 millones.
Cuando IV SCR y Banco de Valencia supieron de la existencia de estas incorrecciones, encargaron a Deloitte un análisis “en profundidad” de lo ocurrido, que concluyó en julio de 2011 el desfase en las existencias de entre 25 y 30 millones de euros.
Además, Banco de Valencia “perdió garantías personales”, ya que en una póliza de 2011 por la que se otorgó un crédito de 11 millones a Acuigroup -que se sumaban a los 6 millones de la toma de la participación-, los anteriores propietarios de la compañía redujeron su garantía personal, remataba el supervisor.