El exjefe del servicio de Promoción y actual jefe de Asistencia Técnica de la Agencia Valenciana de Turismo Jorge Guarro ha señalado al exjefe de gabinete de la conselleria de Turismo, Rafael Betoret, como la persona que le comunicó la necesidad de hacer cambios en los pliegos para Fitur.
Guarro ha hecho estas declaraciones durante el juicio que se celebra en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana por los contratos de la Generalitat con la trama Gürtel para el montaje de su expositor en la feria de turismo Fitur.
A preguntas de la fiscal, este imputado ha afirmado que fue Betoret quien le comunicó varias modificaciones en los criterios de elaboración de los pliegos para la contratación del estand de Fitur, entre ellas la licitación de forma conjunta de su diseño y construcción o los porcentajes de valoración de cada apartado.
“Supongo que la decisión vino de arriba, el intermediario fue Betoret”, ha explicado Guarro, quien pensó que estos cambios respondieron a “una nueva política turística”.
Uno de los motivos por los que se decidió cambiar el criterio para el diseño y construcción del estand de forma conjunta respondió, según ha explicado, a la “mala impresión” que había causado el pabellón de la Comunitat en Fitur 2004.
“Estaba hecho como con unos andamios de obra, había chicas con corsés negros y faldas cortas”, ha agregado Jorge Guarro.
Según su testimonio, fueron las conselleras Milagrosa Martínez y Angélica Such, y los responsables de los servicios de promoción los órganos impulsores de los expedientes de contratación, aunque ha insistido en que era el subsecretario quien autorizaba cualquier gasto.
En este proceso, Guarro ha explicado que recibía órdenes de Isaac Vidal, jefe del área de Mercados, y también del jefe de gabinete, Rafael Betoret.
La fiscal le ha preguntado por cómo es posible que el diseñador de Orange Market dispusiese de los planos y del borrador del pliego del contrato para Fitur antes incluso de publicarse el concurso, tal y como consta en la documentación intervenida, a lo que Guarro ha respondido que no lo sabe.
“Una vez tienes el borrador, lo imprimes y lo pasas (a los superiores), lo podían tener otras personas además de (Ana) Grau y yo”, ha dicho.
Sobre su papel en la mesa de contratación (2005), ha indicado que “la presidenta de la mesa, funcionaria de carrera, propuso pedir a Orange Market y otra empresa que subsanaran deficiencias de sus propuestas y nos dejamos llevar”.
Una de estas deficiencias era la relativa a experiencia técnica previa, que fue argumentada citando un estand para la Cámara de Comercio de Valencia, entre otros trabajos.
La Fiscalía pide para Jorge Guarro siete años de prisión por considerarlo cómplice de prevaricación y de malversación.
Los hechos enjuiciados se refieren a diversas adjudicaciones realizadas por la Agencia Valenciana de Turismo, entidad pública de la Generalitat, a la mercantil Orange Market y otras sociedades vinculadas, que organizaron, además de la presencia institucional de la Generalitat en Fitur, numerosos actos de campaña del PP valenciano.
Los indicios apuntan a que el grupo mercantil “desplegó” sus influencias para conseguir la adjudicación del pabellón valenciano en las ferias Fitur de Madrid, aprovechándose de las “relaciones personales” de sus gestores (Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez y Isabel Jordán) con las máximas autoridades del Gobierno valenciano.
En este proceso, una de las seis piezas del caso Gürtel abiertas en la Comunitat Valenciana, se juzgan delitos de falsedad, prevaricación, cohecho, malversación y tráfico de influencias que supuestamente se produjeron en el proceso de contratación de la Generalitat con Orange Market.
Se sientan en el banquillo dos ex conselleras durante el gobierno de Camps: Milagrosa Martínez y Angélica Such; Rafael Betoret, ex jefe de gabinete de Turismo, condenado por la causa de los trajes, y varios cargos intermedios: Jorge Guarro y Juan Bover, jefes del servicio de Promoción; Isaac Vidal, jefe del área de Mercados, y Ana Grau, coordinadora de ferias de la AVT.
También los cabecillas de la trama Gürtel: Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez y Cándido Herrero, junto a las empleadas de Orange Market Isabel Jordán y Mónica Magariños.