El gobierno valenciano aprobó el 21 de marzo iniciar la liquidación de la Fundación V Encuentro de las familias, la organización creada por la Generalitat, el Ayuntamiento, la Diputación y el Arzobispado de Valencia para organizar la visita de Benedicto XVI a Valencia en julio de 2006.
La decisión, desvelada por El Mundo, se ha tomado de tapadillo. No ha sido comunicada a la opinión pública y ha ido acompañada de la tradicional opacidad de la administración valenciana: no se sabe (o no se dice) ni cuánto costó la visita del Papa ni las deudas que aún tiene la Fundación.
Al parecer, los patronos de la Fundación han llegado a un acuerdo con los acreedores de la sociedad para pagar las deudas a cambio de una quita, la renuncia a parte de dinero al que tenían derecho. En verano de 2013, la sociedad público-religiosa aún debía 4 millones de euros, la mayor parte por la instalación de los 7.000 urinarios que inundaron la ciudad.
Una vez satisfechas las deudas, y dado que han pasado casi 8 años desde la visita del Papa, la Fundación V Encuentro de las Familias será liquidada. La investigación judicial sobre el evento, sin embargo, sigue abierta.
Una visita bajo sospecha
La policía está investigando el periplo de Benedicto XVI en Valencia por la implicación de la trama Gürtel en su organización. Según la Fiscalía, el acto costó 22 millones de euros, 14 de ellos gastados en urinarios, mochilas y publicidad. Otros 7, en la contratación de la cobertura de audio y vídeo del evento, canalizada a través de Canal 9. Un exdirector de la cadena autonómica, que está a punto de ser liquidada, está acusado de embolsarse medio millón de euros a través de esa operación.