La Generalitat estudia cómo evitar el colapso de la Institución Ferial Alicantina (IFA), lastrada por 70 millones de deuda y embargada por el impago del IBI y la urbanización del terreno en el que están sus pabellones. El rescate se hará a través del banco público valenciano, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que estudia la fórmula jurídica –inversión, aval, subvención…- que saque a la feria del marasmo.
El conseller de Industria, Máximo Buch, ha reconocido tras una reunión de la dirección del recinto que IFA no es viable sin ayudas públicas. “Si la Generalitat y el IVF no apoyasen IFA, la feria tendría un problema. Pero la Generalitat apuesta por la utilidad de IFA como institución ferial de Alicante, que es importante para el tejido empresarial, y, con todas las restricciones que nosotros también tenemos, apoyaremos para evitar una situación de inviabilidad, lo que supone un esfuerzo económico”.
IFA, sin embargo, está lejos de suponer un agujero negro como su hermana de Valencia, lastrada por un agujero de 1.000 millones de euros y manchada por una gestión supuestamente irregular. La actividad ordinaria de la Feria de Alicante da beneficios –medio millón de euros en 2013; 350.000 en 2012 – pero, a pesar de la fuerte reducción de gastos, su deuda, con los costes financieros que comporta, la mete en números rojos.
A pesar de tener que acudir al rescate, Buch alaba la gestión en IFA. “La estimación de las cuentas de 2014 es muy satisfactoria porque el resultado operativo refleja pérdidas muy bajas, y con en el presupuesto de 2015 ya hay un beneficio operativo, lo que indica que se ha hecho un esfuerzo importante para conseguir ingresos y estabilizar la situación de la institución ferial”.