El sociólogo de la Universitat d'Alacant y desde 2011 miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Eduard Mira, cobró como persona física y a través de una sociedad inmobiliaria su asesoría a la Generalitat sobre el Año Jaume I entre los ejercicios 2006 y 2011. En total, el historiador ingresó por este trabajo 359.682 euros en seis años, de los que 195.682 euros que corresponden a sus asesoramientos en los años 2006 a 2009 los percibió directamente y otros 164.000 a través de la empresa Bermi 2000, por los años 2009, 2010 y 2011. Este diario ha llamado al historiador hasta en tres ocasiones para preguntar por los motivos de la doble facturación y ha dejado un mensaje en su teléfono móvil y no ha obtenido respuesta.
Mira se convirtió durante los años de mayorías absolutas del PP en el historiador de cabecera del expresidente de la Generalitat Francisco Camps. El expresidente, ahora tres veces imputado por su gestión, le encargó a este intelectual valenciano que comisariara el Año Jaime I, un hito que tuvo como año grande el 2008, pero cuyos actos se desarrollaron entre 2006 y 2011 con varias exposiciones, ediciones de libros sobre la etapa mediaeval del Reino de Valencia y la macrocabalgata conmemorativa, que solo en trajes de época se gastó más de 600.000 euros del erario público.
Eran los años en que Camps y el PP valenciano exprimieron su bandera más valencianista apoyados, entre otros, por aportaciones intelectuales como las de Eduard Mira. Los gastos del año Jaume I los sufragó la Fundación Jaume II El Just, que acabó con un agujero de 9,8 millones de euros. La gestión de esta entidad, dirigida en su día por el imputado Vicente Burgos, será investigada desde esta semana en la comisión de investigación de las Corts que fiscalizará las entidades dependientes de la Generalitat implicadas en el caso Taula.
Esta comisión deberá analizar un informe de la Intervención General sobre la Fundación Jaume II que fue encargada por la Conselleria de Educación y Cultura de Vicent Marzà para poder proceder a su liquidación en 2017. Entre las muchas salvedades e irregularides que han detectado los interventores de la Generalitat en el informe en poder de eldiario.es, se encuentran las que se realizaron a la empresa Bermi 2000, una sociedad cuyo objeto social es la “promoción inmobiliaria” y que tiene como administrador en la actualidad a Eduard Mira.
“Singularidad”, según la fundación
Los interventores detectaron pagos sin concurso público a la sociedad Bermi 2000 en los años 2009 a 2011. En concreto tres, 51.000 euros en 2009, 68.000 en 2010 y 45.000 en 2011. Al se preguntados los responsables de la fundación sobre el motivo de estas transferencias confirmaron que se debían al “asesoramiento, programación y dirección de las actividades programadas de la fundación” y que su beneficiario era la empresa de Eduard Mira, de la que era administrador, según los responsables de la Jaume II El Just.
Además, los gestores explicaron a la Intervención que estos pagos se realizaron de manera “singular”, es decir, sin concurso público, porque Mira había sido nombrado por el Consell comisario del Año Jaume I.
Tras estas pesquisas, la Intervención concluyó que estos pagos son totalmente “irregulares”: “No se ha hecho procedimiento administrativo alguno, ni pliego previo con la determinación de las características singulares, ni anuncio al efecto de acuerdo con la Ley de Contratos que rige este tipo de contrataciones”. Considera el fiscalizador público que “Eduard Mira fue nombrado por el Consell a título personal y no en favor de una sociedad”.
La hija también en la fundación
De hecho, Mira sí que cobró a título individual de la Fundación Jaume II El Just por su comisariado en los años 2006 a 2009, por lo que es más llamativo si cabe que entre 2099 y 2011 lo hiciera también a través de una sociedad. El intelectual percibió como persona física en 2006 34.500 euros, 49.950 en 2007, 89.002 en 2008, 20.500 en 2009, 1.192 en 2010 y 534 en 2011, según las cuentas de la fundación.
También es llamativa la respuesta de la Fundación Jaume II El Just a la Intervención. Porque cuando Bermi 2000 ingresó los 164.000 euros por el comisariado, la administradora única era su hija Mireia Mira, trabajadora de la propia fundación entre los años 2007 a 2017, este último año de su liquidación. Eduard Mira no fue según el registro mercantil adiministrador hasta al menos, marzo de 2015, meses antes del cambio de Gobierno y un año antes de la auditoría pública.
En 2011, el fin de los actos del Año Jaume I coinciden con el nombramiento de Eduard Mira como miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua en el mes de julio, con Camps recién dimitido por el escándalo del caso Gürtel. El intelectual realizó en ese ejercició su última facturación a la Jaume II El Just por un montante de 45.000 euros.