La Ikea valenciana entra en concurso de acreedores en situación de quiebra

Teyoland, la gran superficie de muebles y complementos que abrió en Valencia para competir contra Ikea, ha entrado en concurso de acreedores en situación de quiebra técnica: tiene un patrimonio de 5.9 millones de euros y 6.2 millones de euros de deudas, según Las Provincias.

La nueva dirección de la firma cerrará definitivamente si no consigue encontrar dinero. La empresa parece improbable, ya que se lleva meses, sin éxito, intentando cerrar una ampliación de capital a la que los socios fundadores de la empresa no han querido acudir.

Cierre casi inevitable

En marzo, la empresa prescindió de 17 de los 20 trabajadores que tenía en plantilla. Los tres restantes están gestionando el vaciado de la tienda –los proveedores están retirando el material que no se les puede pagar- ante la eventual liquidación de la empresa.

Feria Valencia ya había presentado una demanda de desahucio contra Teyoland, ubicada en uno de sus pabellones, por impago. Debe, según la institución, cuatro meses de alquiler, más de 300.000 euros. Poco después, la compañía valenciana había solicitado el preconcurso de acreedores, una figura jurídica que sirve para blindarse temporalmente en el juzgado ante las reclamaciones de los proveedores a los que se debe dinero.

Teyoland, que se presentó como la alternativa nacional a Ikea, que abre sus puertas en Alfafar (Valencia) en junio, no cuajó. Su oferta de precios, producto y experiencia de compra no sedujo, a la vista del cierre, a los clientes. De poco ha servido que casi todo su catálogo sea de productos españoles, básicamente valencianos. La falta de dinero o músculo financiero tampoco ha ayudado, aunque los inversores arriesgaron –y han perdido- 5 millones de euros en la iniciativa.

Los accionistas apartaron al fundador y rostro visible del proyecto, José Ignacio Tello, de la dirección de la compañía. Ésta nueva gerencia, en el momento del cierre, que dejó a 200 trabajadores en la calle, se mostraba optimista: Adelantaba la reapertura en el primer trimestre de 2014 para “mejorar el servicio y la configuración de nuestras instalaciones, así como ofrecer una mayor gama de productos y precios más competitivos”. Parece que no será así, aunque, contra toda evidencia, la nueva dirección de Teyoland no arroja la toalla.