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“València en Comú ha fracasado secuestrado por un grupúsculo de Esquerra Unida”

Voro Maroto

Roberto Jaramillo (Salas de los Infantes, Burgos, 1985) ha aparcado sus estudios en la Universidad Politécnica de Valencia -le faltan siete asignaturas para ser ingeniero de caminos- por la política: Es concejal en el Ayuntamiento de Valencia y diputado provincial gracias a Valéncia en Comú, el partido instrumentral apoyado por Podemos al estilo de los encabezados por Ada Colau en Barcelona o Manuela Carmena en Madrid.

Exmiembro de la dirección de Podemos en Valencia y muy implicado en València en Comú, el movimiento con tres concejales en el ayuntamiento presidido por Joan Ribó, Jaramillo denuncia el fracaso total de la plataforma ciudadana.

¿Qué pasa en València en Comú?

La plataforma no ha terminado de definirse nunca así misma ni su relación con Podemos. Algunos apostábamos por buscar una confluencia que no se había conseguido antes de las elecciones. Mirábamos a Barcelona, queríamos que más partidos se incorporaran, que más sociedad civil organizada se sintiera parte. Al mismo tiempo, había que redefinir la relación con Podemos, no tenía sentido que si la mayoría veníamos de Podemos, si la campaña la habían realizado los círculos con un presupuesto de pocos miles de euros, si los votantes buscaban la papeleta de Podemos y además era el único apoyo formal a la plataforma, que no hubiera una relación formalizada, estructurada y clara.

Por otra parte, la incapacidad de conseguir lo primero nos ha dejado muy débiles como espacio, muy pequeños. Esto ha permitido que un grupo organizado volviera a la plataforma tras las elecciones para intentar hacerse con el control. Este grupúsculo, liderado por Manolo Colomer y otra gente de EU, aunque ese partido no está detras de la maniobra, ha ido asumiendo cuotas de poder internas por las buenas o por las malas, saltándose los reglamentos que teníamos cuando era necesario para, ya que no tenían concejales propios, secuestrando la plataforma. Pero no se han conformado con la Coordinadora, la Secretaría General (que según nuestros reglamentos no debería tener funciones extras), la tesorería... desde hace un año han planteado el acoso y derribo de algún concejal, a la espera de que la persona que nos sustituya les sea más favorable.

Esto no es una interpretación, ha habido plenarios [una especie de asamblea] en los que Colomer se ha atrevido con amenazar públicamente con “mandarnos a no adscritos”. Es intolerable. Primero fue Jordi [Peris, otro concejal de València en Comú], después yo y no dudo de que si fuera necesario sería el turno de María  [Oliver, con Jaramillo y Peris, los ediles del partido instrumentral].

¿Quién es el responsable de la crisis del partido instrumental?

Todos somos responsables en cierta forma, pero el grado de responsabilidad es variable. Puede que no hayamos sabido resolver los conflictos menores, pero la responsabilidad última corresponde a aquellos que han decidido que “o suyo o de nadie”. Esta política de tierra quemada, es totalmente irresponsable. Hace daño al partido instrumental, a Podemos y a la imagen que damos tras 24 años del PP. Es vergonzoso cuan lejos se puede llegar para adquirir un poder que podían haber conseguido presentándose a elecciones. Sin embargo decidieron que era mejor no arriesgar, ahora ya sabemos porqué. Había un plan B. Quienes son por tanto responsables últimos son los que actúan así, lo es Colomer y quienes le siguen. 

La participación en muchas asambleas del movimiento, con temas importantes a tratar, apenas supera las 100 personas. ¿Ha fracasado la iniciativa?

Fue un éxito en términos de partido instrumental. Sin estructura, con 4.000 euros de presupuesto de campaña, sin apoyos mediáticos claros... Los círculos y los apoderados consiguieron tres concejales que permitían que en el ayuntamiento de Valencia dijéramos adiós a un PP que parece ser de los más corruptos. Pero algunos queríamos más. Nos creíamos un proyecto que miraba a Barcelona, a Zaragoza, a las Mareas.... Aquí si ha fracasado.

València en Comú está en los huesos, inmersa en una batalla interna desde hace un año que no produce fruto alguno. Sin implantación en barrios, sin comisiones de trabajo que lleguen a los 10 miembros habituales, haciendo desaparecer iniciativas interesantísimas como “Acción en la Ciudad”, dejando aún más en los huesos a la plataforma. nadie quiere acercarse y con razón. Sí, para mí ha fracasado, o mejor dicho, la han hecho fracasar.

Usted, por intentar prescindir de dos de sus asesores, y otro concejal, Jordi Peris, por la contratación de personal en una empresa municipal, han sido censurados por la organización. ¿Se ha planteado dejar sus cargos?

Muchas veces, pero no por estos motivos. El trabajo que realizamos en las instituciones es durísimo. Revertir 24 años de gobierno del PP es una batalla constante en la que no encontramos apoyo de València en Comú. Encontrarse tan solo es muy duro. Enfrentarse a los que supuestamente eran los tuyos, es lo peor.

Esta es su jugada, saben que pueden mandarnos a no adscritos como les encanta amenazar, pero saben que el acta de concejal nos pertenece y que necesitan que renunciemos. A eso se dedican, al acoso psicológico. Lógicamente no voy a renunciar al acta porque un grupo organizado le interese, sería una traición a las personas que me eligieron en las primarias y a los 40.200 votos que conseguimos con el trabajo de los círculos.

¿Quién marca la estrategia política de los cargos de València en Comú?

El programa electoral que fue fruto de un gran trabajo de expertos, colaboraciones de organizaciones y un proceso participativo. El mejor programa electoral que se presento el 24 de Mayo de 2015. Ese es nuestro marco. Y poco más, los concejales tenemos que tomar decisiones desde ahí sin más ayuda.

Queremos ser fiscalizados, queremos ejecutar una línea política marcada desde el partido, queremos que articulen métodos para la decisión colaborativa desde las bases. València en Comú ha fracasado estrepitosamente en ello, no genera contenido porque su función está hoy, encaminada a otro objetivo. Ojalá Podemos, con sus órganos internos y sus círculos sea muy pronto quien marque esa estrategia.

Podemos quiere presentarse a las próximas elecciones municipales ¿Tendrá sentido entonces València en Comú?

La decisión no está del todo tomada. Serán las bases quienes decidan si nos presentamos con nuestra propia marca, con un acuerdo electoral u otra decisión. Así lo establecen nuestros reglamentos: cualquier política de pactos o alianzas debe ser aprobada por las bases. Por eso pido que se consulte si Podemos debe mantener el apoyo a una plataforma secuestrada por terceros con intereses propios.

Mi opinión es que València en Comú  no tendrá sentido entonces, igual que ya ha cumplido su objetivo instrumental. Si es posible de aquí a entonces a generar un espacio realmente plural y confluyente, es difícil de saber, pero no será València en Comú.

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