En medio de esta tormenta política que nos azota, con el permiso de DANA, la cuenta atrás se ha activado ya para la convocatoria de las cuartas elecciones generales en cuatro años. Una “estabilidad” política que debemos agradecer al Sanchismo y a la nueva política, que venían para poner orden en el patio nacional.
Un ecosistema político con constantes perturbaciones y sin capacidad de respuesta ante las graves amenazas que se ciernen sobre nuestra economía y sus graves consecuencias para una sociedad que sigue dando pábulo a los eficaces altavoces mediáticos y propagandísticos de la izquierda. Solo Pablo Casado y el Partido Popular están manteniendo la serenidad y el sentido de estado necesario para tender puentes y no levantar muros. Con nuestra Portavoz como abanderada de esa fórmula inclusiva, seguimos apostando por la defensa del espacio de la razón, del constitucionalismo como base de nuestra convivencia, como sello de identidad que ha caracterizado siempre al Partido Popular en su historia a los largo de estos cuarenta años.
Juntos los distintos para seguir siendo libres e iguales, se presenta como la única alternativa al trampantojo de una izquierda abducida por el poder a cualquier precio. Una fórmula eficaz y eficiente en defensa de la ley, la libertad y la igualdad. Porque la realidad se nos presenta cruda, con el virtual juego de tronos del Sanchismo y la retórica recurrente del neocomunismo de Iglesias y su nueva fórmula de la “coalición permanente revisable”. Todo ello poniendo en grave riesgo la arquitectura institucional y la convivencia de este proyecto de éxito que es España. Rosa Diez no podría haberlo definido mejor que haciendo referencia a un heroico compatriota, Blas de Lezo, cuando decía que ¨Una nación no se pierde porque unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden“¨.
Como bien decía nuestro Presidente Pablo Casado, ¨las democracias encuentran su cimiento en la lealtad nacional, que debe ser compartida por todos. Permite la concordia, disentir sin enfrentamiento, construir más allá de colores partidistas. Donde se eclipsa difícilmente puede arraigar la democracia… Hoy hemos sido el centro de todos los españoles en defensa de lo común en este acto de unión, valentía, inteligencia, grandeza y generosidad“.
“El Sanchismo ha roto los diques de la defensa constitucional con hitos como la moción de censura, o los pactos en Navarra, o en Diputaciones y Ayuntamientos de Cataluña. Estos hechos colocan al PSOE fuera del bloque constitucional.” Así de contundente lo manifestaba Cayetana Álvarez de Toledo. Un escenario tenebroso a la espera de la Sentencia del procés, que volverá a poner a prueba nuestra fortaleza democrática.
Una fortaleza que algunos buscan dinamitar. Porque “Defender la unidad de España es defender la igualdad de todos los españoles. La diversidad es una riqueza de nuestro país, siempre que esté garantizada la unidad”, como bien decía Rosa Díez y apuntalaba Pablo Casado, “#NosUneEspaña y defendemos lo común a todos los españoles, lo que nos reconcilia frente a los nacionalismos, a las políticas de identidad y a parte de la izquierda reaccionaria que fragmenta la sociedad, por convicción o por táctica, para tratar de sacar provecho… España no necesita construirse como nación, ya lo es. No cabe un nacionalismo español opuesto a los periféricos; no es exigible la homogeneidad. No se trata solo de evitar la secesión, sino de impedir la desnacionalización de España e impedir su desarticulación”. Se podrá decir más alto, pero no más claro.
Nos encontramos en una encrucijada histórica. Quien lo iba a decir tras más de 500 años como protagonistas excepcionales en la historia del mundo y abanderados de la expansión de la civilización occidental. Una contribución extraordinaria que debe hacernos sentir orgullosos de pertenecer a este proyecto común desde la diversidad, la convivencia, el respeto, la lealtad y la libertad, porque #NosUneEspaña.
*Juanvi Pérez, exdiputado nacional del Partido Popular