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La transformación urbana como conversación

Carpe Vía,

plataforma de innovación urbana —

Nos rodean las ruinas en nuestra ciudad, el vacío, el silencio. Mientras tanto nosotros, sus ciudadanos, esperamos la aprobación de costosos presupuestos, la redacción de complejos planes y el desarrollo de proyectos técnicos que nunca acaban. La ciudad, sin embargo, no funciona así. No está hecha para esperar o para ajustarse a proyectos urbanísticos redactados en la oficina. La ciudad es sorpresa e improvisación, es espontaneidad. La ciudad es acción. Los vecinos de Orriols bien lo saben.

El pasado 18 de abril, salieron a la calle para sembrar otra forma de hacer urbanismo y, por tanto, de hacer ciudad. Durante la jornada #SiembraOrriols vecinos, técnicos y administración trabajamos juntos en el Solar de la Ermita de San Jerónimo con el objetivo de imaginar y definir nuevos usos y espacios para el jardín que vecinos y distintas asociaciones llevan años reivindicando para este emplazamiento.

Orriols es un barrio con una fuerte identidad colectiva y gran dinamismo vecinal. No han sido pocas las ocasiones en las que sus habitantes se han visto obligados a auto-organizarse y movilizarse en defensa de determinados servicios que finalmente han conseguido. Ante la fuerte carencia de espacios públicos de calidad en el barrio y cansados de tanta espera, los vecinos toman ahora la iniciativa para lograr un lugar de encuentro en el solar de la ermita.

Así es cómo el equipo de Carpe Via, junto con el proyecto de desarrollo comunitario Orriols Con-Vive y Contexto Arquitectura, impulsamos #SiembraOrriols. Un proceso para el diseño de un espacio que, más allá de configurar un jardín público que se ajuste los porcentajes de zona verde establecidos para el barrio, sea capaz de responder a las necesidades de sus vecinos.

Durante una primera jornada de espíritu lúdico, llevamos a cabo una serie de actividades, juegos y talleres destinados a visibilizar las carencias y oportunidades del espacio de la ermita, para luego tratar de definir colectivamente el jardín que el barrio necesita. Frente al jardín como zona verde tradicional, sembramos un jardín de ideas y proyectos, por y para sus vecinos.

Como alternativa a la falta de acceso a grandes presupuestos y la eternización de la ejecución de proyectos prefijados de antemano, es necesario pararse a cuestionar la utilidad de los instrumentos de expresión y planeamiento que se desarrollaron durante mediados del siglo XX. Frente a un urbanismo de rigidez y permanencia que se encuentra cómodo en proyectos urbanos que ordenan usos, áreas y expectativas como solución estable y con ánimo de permanencia planteamos un urbanismo adaptativo, evolutivo y espontáneo, donde el consenso sobre el resultado final del proyecto se decide durante un trayecto colectivo de testeo en que los usos, programa y diseño son decididos y puestos a prueba in situ y con carácter reversible, y no una vez realizadas las obras. Procesos como #SiembraOrriols permiten pasar a la acción desde el primer momento, ensayando el programa y su funcionamiento de forma iterativa sobre la ciudad mediante acciones efímeras y no sobre plano.

Por otra parte, si asumimos que la verdad objetiva y absoluta sobre la respuesta a los problemas urbanos de nuestra ciudad no reside en los despachos de arquitectura y planeamiento, parece lógico sacar las mesas y el proyecto a la calle. Sustituir los modelos 3d y las maquetas de proyecto por el paso a la acción. Este planteamiento trata de implicar a la ciudadanía convirtiéndola en la pieza motor del trabajo. La implicación de los usuarios mejora la aceptación pública y la implantación de los proyectos que logran acercarse a las necesidades reales de las personas.

Procesos como #SiembraOrriols nos hablan de la emergencia de un urbanismo adaptativo, sensible e inteligente, capaz de ajustarse al contexto actual y responder de forma contundente a la problemática de nuestras ciudades. Un urbanismo del siglo XXI donde técnicos, políticos y ciudadanía pasan a pisar y recorrer juntos la ciudad, a dialogar, imaginar y construir sobre ella un espacio de oportunidad donde el ciudadano ocupa una situación central.

Nota: El proceso #SiembraOrriols tendrá continuidad durante la jornada Ciudad Sensible 2015 que tendrá lugar la segunda semana de julio. Durante este encuentro, organizado por Carpe Vía con el apoyo de Contexto Arquitectura, Orriols Convive y la Universidad, pasaremos a la acción para seguir sembrando el futuro de Orriols.

Nos rodean las ruinas en nuestra ciudad, el vacío, el silencio. Mientras tanto nosotros, sus ciudadanos, esperamos la aprobación de costosos presupuestos, la redacción de complejos planes y el desarrollo de proyectos técnicos que nunca acaban. La ciudad, sin embargo, no funciona así. No está hecha para esperar o para ajustarse a proyectos urbanísticos redactados en la oficina. La ciudad es sorpresa e improvisación, es espontaneidad. La ciudad es acción. Los vecinos de Orriols bien lo saben.

El pasado 18 de abril, salieron a la calle para sembrar otra forma de hacer urbanismo y, por tanto, de hacer ciudad. Durante la jornada #SiembraOrriols vecinos, técnicos y administración trabajamos juntos en el Solar de la Ermita de San Jerónimo con el objetivo de imaginar y definir nuevos usos y espacios para el jardín que vecinos y distintas asociaciones llevan años reivindicando para este emplazamiento.