Culminada la negociación del programa, el pacto para el nuevo Gobierno valenciano todavía no se había cerrado la noche de este domingo, a dos días de la investidura del socialista Ximo Puig como presidente de la Generalitat en un segundo mandato, prevista para este miércoles.
Los representantes de las tres fuerzas del Pacto del Botánico, PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem-EUPV, en sus reuniones de este fin de semana, no han podido cerrar la tarea y dejan para este lunes la eventual resolución de las diferencias que mantienen sobre la composición del Consell.
Cada formación tiene un objetivo en esa materia. Y esos tres objetivos bloquean, de momento, el acuerdo. Los socialistas pretenden tener mayoría en el nuevo Gobierno, es decir, que si disponen de seis carteras en él, tantas como las otras dos formaciones, la presidencia de la Generalitat se cuente aparte. Compromís aspira a mantener cinco conselleries, como ha tenido en el primer Gobierno del Botánico. Y Unides Podem-EUPV no acepta menos de dos, con la particularidad de que, dentro de su propia coalición, Esquerra Unida aspira a gestionar una de ellas. Lo que parece claro es que el futuro Ejecutivo tendrá al menos 12 departamentos, frente a los 10 de la legislatura anterior.
Los negociadores seguían reunidos la noche de este domingo en la sede de Esquerra Unida del País Valencià -las reuniones se han ido celebrando sucesivamente en las sedes de cada una de las fuerzas implicadas- y se daba prácticamente por acordado el programa del futuro Gobierno, mientras se trabajaba en la estructura de competencias del nuevo Consell a la espera de encontrar la fórmula que puedan aceptar todas las partes.
Manolo Mata, del PSPV-PSOE; Àgueda Micó, de Compromís y Antonio Estañ, de Podemos, coincidieron en la voluntad de trabajar y hacer un esfuerzo para conseguir una solución satisfactoria para todos que sea proporcional a la presencia parlamentaria de las diversas formaciones.