El arzobispo Cañizares ataca a Puig y Oltra: “Me recuerdan ustedes los tiempos de Franco”
“Me recuerdan ustedes los tiempos de Franco, cuando se censuraban homilías”, así ha criticado el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, al President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y a su vicepresidenta, Mónica Oltra, después de las críticas recibidas por los líderes del Consell a la homilía del prelado que denunciaba el “imperio gay”.
Según informa el diario Levante-EMV las cartas han sido explicadas por personal de la Generalitat, pero no confirmadas por los propios afectadas que han rechazado abordar el tema. La misiva a Ximo Puig se envía después de la reunión que tuvieron en el Palau de la Generalitat el President y el arzobispo el 21 de mayo, reunión que había de servir para rebajar la conflictividad después de que la vicepresidenta criticara que la homilía “fomenta el odio”, y previa a la manifestación de la educación concertada contra la Consellería, en la que participó activamente la Iglesia. Cinco días después de esta reunión llegaron las críticas de Puig, cuando en su intervención en las Corts dijo que “fomentar el odio entre las personas no es nada cristiano”, y que no eran palabras “propias de quien ostenta tan alta responsabilidad”, y que a él le representaba más el Papa Francisco. Tras estas críticas fue cuando un emisario del Arzobispado le hizo llegar la carta al President en la que le tachaba de “indecente” por no hacerle las críticas en persona.
Por lo que respecta a la carta a Mónica Oltra, Cañizares le exige que “rectifique” sus declaraciones, reprochándole que “tengo un máximo y exquisito respeto hacia esas personas (los homosexuales) y a su dignidad”, y que “no me refería a un grupo muy respetable de personas, como usted indica ni en el sentido que usted me atribuye, y mucho menos ofendiéndolas o faltando lo más mínimo al mandato evangélico del amor”.
Respuesta de Puig
El President de la Generalitat se ha referido a la carta del arzobispo apuntando que se trata de una misiva de carácter personal y que él no acostumbra a darles publicidad, al tiempo que ha asegurado: “Dos no discuten si uno no quiere y yo no quiero”. Sobre el tema de fondo en cuestión Puig ha advertido que este es “un Estado de Derecho en el que hay que cumplir las leyes” y la valenciana es una sociedad “avanzada” y asentada en valores de igualdad, libertad, fraternidad, solidaridad y civismo.
Es en ese espacio, ha recalcado, donde está el Consell, y ha defendido que la política social del Consell en algunos aspectos se está desarrollando también en gobiernos democristianos como el alemán. Preguntado sobre si tiene pensado tomar algún tipo de acción, ha indicado que en todo caso se haría “sin entorpecer las buenas relaciones que han de existir entre las instituciones”. “Tengo más que respeto a todas las personas que profesan cualquier religión; no quiero que haya un espacio de confrontación que está fuera de la historia”, ha agregado.
Ahora, ha defendido, los tiempos han cambiado y “si alguno se quiere situar en esos periodos que se sitúe. El gobierno valenciano, desde luego, yo como persona y como presidente no lo haré nunca”, ha zanjado.
Escalada dialéctica
Tras la polémica homilía del arzobispo Cañizares se han sucedido cruces de declaraciones entre el prelado y otros agentes políticos. Así entre las críticas de Oltra y Puig el cardenal fue llamado a capítulo por el Papa Francisco y ovacionado por sus feligreses en la Catedral de València. Entretanto, Cañizares ya insinuaba las críticas comparándolas con la dictadura franquista, pero sin hacer referencias concretas, cuando aseguró haber sufrido “censura y condena” en algunos medios de comunicación “por algunos grupos y por algunos políticos” que “hace pensar en etapas superadas de nuestra historia pasada, pero aún reciente, en que se censuraban y condenaban algunas homilías y a algunos predicadores”.
Posteriormente el cardenal ha redoblado sus pronunciamientos llegando a incitar a la desobediencia a las leyes “insidiosas” basadas en la igualdad de género, rebelión criticada desde las Corts Valecianes, y también proclamando que “se ha querido destruir a la familia como en la URSS marxista”.
Pero el arzobispo también ha tenido cierto apoyo del PP valenciano asegurando que ha habido una “campaña desproporcionada” contra él, afirmando también que tiene derecho a defender al ideario católico. Las últimas críticas, de Compromís, este mismo miércoles, cuando el candidato al congreso Joan Baldoví ha calificado a Cañizares de “carcamal” y también la vicepresidenta Oltra ha llegado a pedir la intervención de la Conferencia Episcopal.