Con la típica bronca que caracteriza estos temas se ha aprobado este miércoles la ley de plurilingüismo presentada por PSPV, Compromís y Podemos después de que el TSJ suspendiera un punto del decreto de la consellería de Vicent Marzà.
Los populares, que han rechazado la propuesta, han aprovechado para acusar al Consell de catalanista e independentista. “Esto es el inicio del procés valenciano” ha dicho la diputada Beatriz Gascó, que además ha acusado al proyecto de “franquista” y de ser “una dictadura lingüística”. La diputada se ha enzarzado con su homólogo de Compromis, Josep Nadal, a quien ha dirigido las acusaciones. Además, los populares han amenazado al Ejecutivo com que “Si hacen lo mismo, tendrá las mismas consecuencias” en referencia a la judicialización del decreto e insisten en que atenta contra la libertad de elección.
Al franquismo ha aludido también Josep Nadal para reprochar al PP un modelo monolingüe que predomina incluso en los medios de comunicación. “Nuestra lengua estuvo proscrita y perseguida durante la larga noche del franquismo” ha expresado, para poner en valor la nueva normativa que da más presencia al valenciano en las aulas.
“Queremos que todos los niños y niñas dominen las dos lenguas oficiales y un idioma extranjero. No queremos una educación segregadora y con privilegios como la del PP” ha enunciado en su intervención la socialista Ana Besalduch.
El objetivo de la ley es dotar de mayor protagonismo a la pedagogía, que los niños aprendan lenguas y favorecer el conocimiento en valenciano, especialmente en aquellas zonas donde el ecosistema lingüístico no lo permite, y generar igualdad de oportunidades.