El Gobierno valenciano tiene un plan para repatriar científicos con sueldos de entre 53.000 y 70.000 euros
Hace ahora seis meses, el Gobierno valenciano anunciaba el llamado plan GenT, una iniciativa que pretende frenar el éxodo de jóvenes científicos y favorecer el retorno de parte de los 1.300 valencianos que marcharon al extranjero para trabajar en instituciones públicas o privadas a raíz de la crisis. Para la repatriación de ese talento, la Generalitat contemplaba un presupuesto de 61 millones de euros y está prevista la primera convocatoria, que realiza la conselleria de Educación, para el primer semestre de 2018. Uno de los principales incentivos: se ofrecen sueldos de entre 53.000 y 70.000 euros.
Para el diseño de este plan, la Generalitat ha contado con la opinión de las universidades, de investigadores, de empresas... “se necesitaba un trabajo de fondo para definir tanto los campos en los que se quiere incidir como los mecanismos administrativos y de colaboración entre todos los agentes implicados”.
Este ambicioso programa, explican desde presidencia, “no es un mero plan de atracción de talento”, sino que pretende impulsar la investigación como base de una sociedad y una “economía del conocimiento”. Sus objetivos, atraer y recuperar el talento de los investigadores e investigadoras, de los profesionales y, en general, de las personas forzadas a emigrar por la falta de oportunidades; Formar y retener capital humano “como una de las principales palancas de cambio para la transformación de un patrón de crecimiento económico precario, en términos sociales, laborales y medioambientales, hacia un nuevo modelo inteligente, sostenible e integrador”; y ofrecer oportunidades laborales con perspectivas de futuro a jóvenes cualificados que desean trabajar.
Los departamentos implicados son: la Conselleria de Educación, que lanzará la primera convocatoria y coordinará la participación de las universidades valencianas; la Agencia Valenciana de la Innovación, como eje del impulso de las políticas de innovación en las empresas; la Conselleria de Sanidad, que impulsará la investigación biomédica que se desarrolla en hospitales públicos; la Conselleria de Economía a través del Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación) y el Ivace (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial); y el Ivaj (Instituto Valenciano de la Juventud).
Primeras contrataciones para septiembre
Está previsto que a lo largo del primer semestre de 2018 se lancen todas las convocatorias y que en septiembre se formalicen los primeros contratos de investigadores. Las contrataciones serán por cuatro años prorrogables en otros dos y la idea del Gobierno valenciano es asumir el cien por cien de los proyectos el primer año, el 75% el segundo y al 50 por ciento con la empresa o entidad beneficiaria en el tercer y cuarto años.
Para la primera convocatoria, que parte de la Conselleria de Educación, se contratará a 66 científicos y se valorarán los méritos y la experiencia, así como el hecho de que se trate del retorno de un investigador que tuvo que marcharse al extranjero para poder desarrollar su trabajo.
Nueve doctores investigadores para el desarrollo de proyectos I+D+i en la Comunitat Valenciana que se incorporarán a centros de investigación y universidades públicas; Doce plazas para doctores con experiencia internacional; 16 jóvenes doctores para el desarrollo de proyectos de transferencia tecnológica en empresas valencianas; y 29 plazas para la formación de doctores en empresas.
Los salarios oscilarán entre los 53.000 y los 70.000 euros en el caso de los investigadores con experiencia y 40.000 para los jóvenes doctores, y se aportarán ayudas de entre 25.000 y 50.000 euros para la ejecución del proyecto de desarrollen.
El sector, escéptico
Los científicos valencianos se muestran escépticos con la iniciativa de la Generalitat Valenciana, que consideran es “engañosa”, ya que dudan que se puedan cofinanciar los proyectos desde los diferentes organismos, “a no ser que estos proyectos estén subvencionados”. Así, recuerdan que los centros de investigación “no tienen dinero para pagar a la gente de aquí, menos para traer a nadie, ya que las primeras partidas que se recortan son las de personal”.
Ante esta situación, se preguntan cuántas instituciones optarán a esos proyectos: “Muchos quedarán desiertos, ya que te tienes que comprometer a poder pagarlo, lo que quiere decir que, o eres un grupo muy fuerte y ya tienes investigadores, o no puedes”.
Además, lamentan el “complejo de inferioridad” de la Administración que “desprecia” a la gente que no se ha ido y produce en España: “no se les valora”.
