Més Compromís encara su primer congreso en la oposición con dos modelos antagónicos y una vía intermedia
Més Compromís, el partido mayoritario de la coalición valencianista Compromís, encara el 19 y 20 de octubre un congreso clave para su futuro. La formación ahora liderada por Amparo Piquer afronta una reorganización del partido en un momento en el que ejerce de oposición en las Corts Valencianes y presta apoyo parlamentario al Gobierno de España por su acuerdo con Sumar, un contexto que obliga a rearmarse. Además, sus referentes más conocidos están fuera de la primera línea en la contienda orgánica: salvo Joan Baldoví, síndic de Compromís en las Corts Valencianes, el resto hacen marcha fuera del País Valencià: Àgueda Micó en el Congreso, Enric Morera en el Senado y Vicent Marzà en el Parlamento Europeo.
Tras un año especialmente convulso, a la secretaria general le han salido dos corrientes críticas: Reviscola -una actualización de Bloc i País, liderada por la diputada autonómica Mònica Àlvaro- y Compromís pel País Valencià, liderada por el exalcalde de Oliva David González. El sector de Piquer ganó el anterior congreso en 2021, con una candidatura encabezada por Micó que consiguió el 62% de los votos, frente a la candidatura de Alex Ruiz, del sector de Àlvaro, que rozó el respaldo del 40%. Por aquel entonces el partido marchaba a buena velocidad: la coalición estaba instalada en las instituciones de Gobierno y sin crisis políticas. Dos años después, Micó cedió el testigo a Piquer para ocupar uno de los cuatro escaños valencianos en el Congreso gracias al pacto con Sumar.
Hoy el partido está en una situación bien distinta: en las elecciones de 2023 un descenso del 2% de los apoyos, dos escaños, se tradujo en la pérdida de la Generalitat y de grandes ayuntamientos; la alianza con Sumar no pasa por su mejor momento pese a salvar las europeas y han crecido las voces que cuestionan las decisiones electorales del último ciclo político. Con este panorama, no es de extrañar que en algunos sectores estén a la gresca.
Los sectores enfrentados del valencianismo político presentaron sus enmiendas a los documentos organizativos y políticos que se debatirán en el cónclave, pero a mes y medio del congreso, la militancia parece abocada a elegir entre al menos dos listas. Los tres representantes -Piquer, Àlvaro y González- tienen intención de mantener su candidatura a la secretaría general y también los tres han manifestado su intención de pactar. En las últimas semanas de verano intensificarán los contactos, con vistas a aprobar enmiendas conjuntas, incluso fusionar alguna candidatura, pero la vía unitaria parece tan lejana como en el congreso de 2021, cuando las cosas marchaban con mejor rumbo. A estas alturas, se baraja que las dos opciones críticas se fusionen para plantar cara a la dirección continuista.
Los modelos que representan la rama más nacionalista y la actual dirección son antagónicos. Los de Àlvaro critican el actual sistema de primarias, que otorga el mismo peso a los militantes que a los ajenos a la organización -inscritos- en la toma de decisiones, exigen el voto telemático en los órganos de gobierno y mayor participación de la militancia, que consideran desplazada. Han sido especialmente críticos con las decisiones de Sumar -o con la falta de temperamento de sus integrantes, que consideran seguidistas del PSOE-, así como con el proceso para ratificar las alianzas, que consideraron una imposición. La respaldan el analista Ricard Chuliá o el historiador Vicent Baydal. Sus integrantes están dispuestos a pactar las enmiendas, pero quieren pelear la nueva dirección que salga del IX Congreso.
González representa una suerte de tercera vía entre ambas corrientes. Reconocen sus diferencias -especialmente la política de alianzas con la izquierda española- pero remarcan que, ante todo, son compañeros de partido. Su candidatura ha tendido la mano con iniciativas como una resolución para respaldar y “reparar” a sus cargos públicos “obligados a dimitir” por una “persecución” judicial y política, como Mónica Oltra, que milita en Iniciativa, otra de las ramas de Compromís. González cuenta con el apoyo del exconseller de Economía Rafael Climent; el exsecretario autonómico de Hacienda Francesc Gamero, la exdirectora general de Comercio Rosana Seguí o exalcaldes como Cristina Alemany (Bétera) o Josep Vicent Garcia (La Pobla de Vallbona).
Piquer, que representa el espacio mayoritario hasta la fecha, apuntó en la presentación de su candidatura que quería hacer de Més Compromís “la casa común de toda la gente que quiere recuperar las instituciones e impulsar el imprescindible cambio político al País Valencià”. Ha sido esta idea integradora la que, a su juicio, les valió las victorias electorales y ha permitido al valencianismo político ostentar cuotas de poder difíciles de imaginar hace una década: consellerias en la Generalitat, la presidencia de las Corts o escaños en el Congreso y el Senado.
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