La oposición hostiga a Mazón con los impagos y el rechazo de Vox a las políticas LGTBI

Después de más de un mes de inactividad, este 8 de febrero los diputados valencianos han regresan de sus vacaciones al pleno de las Corts. La primera sesión de control del año al Gobierno valenciano ha venido marcada por los reproches de la oposición ante la oleada de impagos a los trabajadores públicos y las grietas entre PP y Vox a propósito de las políticas de igualdad. PSPV y Compromís han insistido fervientemente en que hay miles de trabajadores que han sufrido retrasos en sus nóminas, además de las familias beneficiarias de las ayudas a la dependencia y de las becas del comedor, un problema que el Consell afirma que está en fase de resolución.

A preguntas de los socialistas, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha asegurado que en el mes de enero se han pagado a 117.000 personas 44,54 millones de euros correspondientes a las nóminas. Posteriormente, interpelado por Compromís, ha incidido en que en el primer mes con el nuevo sistema informático -el Nefis-, se ha pagado en tiempo y forma a 170.000 trabajadores. El error informático ha sido la excusa del Consell para los problemas con las nóminas, algo con lo que la oposición ha ironizado en varias ocasiones.

“Su gestión es indefendible. Nos preocupa la situación de impagos generalizados que se está produciendo en la Generalitat Valenciana”, ha criticado el portavoz socialista, José Muñoz, que ha apuntado que mientras esto se produce el conseller de Educación se ha gastado 3.000 euros en comidas grupales pagadas con los fondos de la caja fija. En la misma línea se ha mostrado Joan Baldoví, que ha llamado a José Antonio Rovira “conseller Estrella Michelín” y ha exigido que devuelva el dinero.

Como respuesta, el presidente de la Generalitat le ha preguntado “¿qué le parece que Vicent Marzà gastara 3.000 euros en un solo día para ver el Villarreal-Manchester?” y h retado a Baldoví a aceptar una “sesión monográfica” en el Parlamento autonómico sobre el gasto de los exconsellers de Compromís en comidas, tras lo que le ha advertido: “No intente crear un metaverso”.

Los socialistas también han exigido a Mazón explicaciones por la “guerra sucia” en campaña electoral, recordando que la Fiscalía acreditó que un responsable de comunicación del PP valenciano fue quien encargó la campaña de octavillas que vinculaban a Ximo Puig con delitos de corrupción.

Ha tenido que ser la titular de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, quien defienda la posición del Ejecutivo autonómico en materia de políticas inclusivas tras el desmarque de Vox de una campaña LGTBI. La vicepresidenta segunda del Consell ha admitido las discrepancias entre PP y Vox -“somos dos partidos”, ha dicho-, pero ha apuntado que actúan “con lealtad” y ha cargado contra las investigaciones por desprotección a los menores en la pasada legislatura cuando Compromís les ha acusado de homofobia. Pese a las apelaciones directas a Vicente Barrera, el vicepresidente primero ha guardado silencio.