En el PP no ha sentado nada bien la cumbre bilateral entre los presidentes de la Generalitat Valenciana i la Generalitat de Catalunya del pasado lunes y desde la formación conservadora continúan las críticas e incluso se agrían las palabras. Así la vicesecretaria general del PPCV y diputada en el Congreso, Elena Bastidas, ha acusado a Ximo Puig, de “ejercer de felpudo de Carles Puigdemont dando alas, así, a las ansias independentistas de los soberanistas catalanes y de sus propios socios de gobierno en el Consell”.
Bastidas además ha criticado que el President del Consell asumió un “papel de actor secundario de una puesta en escena pensada para tratar a Puigdemont como si se tratara de un jefe de estado”. Según esta interpretación de la diputada del PP Puig “ha menospreciado la institución que representa renunciando a tratar de tú a tú al presidente de otra comunidad autónoma” y “ha situado a los valencianos como ciudadanos de segunda frente a los catalanes sólo por tratar de contentar a los sectores más radicales de su gobierno”.
La dirigente popular también afirma quea subrayado que Ximo Puig “se mira en el espejo de Catalunya pero no para tratar de sumar y sino para desarrollar políticas que en nada benefician a los ciudadanos de la Comunitat, como es jugar con la unidad de España o aplicar la inmersión lingüística como su hoja de ruta educativa (modelo no obstante descartado por el gobierno valenciano)”.
No obstante esta cumbre sí ha caído mejor dentro del partido socialista que, en un momento de tanteo ante las posibilidades de la investidura de Pedro Sánchez, se ha visto con buenos ojos el gesto de “reconstrucción” de puentes de Ximo Puig con los soberanistas.