Ribera Salud busca testimonios “bonitos y felices” entre sus pacientes: Entre el vídeo clínico y la propaganda
“La decisión está tomada”. Así de contundente se ha mostrado la consellera de Sanidad, la socialista Carmen Montón, cada vez que ha sido cuestionada sobre la reversión de los conciertos sanitarios. La titular del departamento de Sanitat Pública i Salut Universal insiste en que se trata de una decisión política y que se procederá a la recuperación de la gestión de los hospitales privatizados conforme se vayan cumpliendo las concesiones sanitarias. El hospital de Alzira, gestionado por Ribera Salud, será el primero (y único esta legislatura, en 2018), tal y como reconoció el propio president, Ximo Puig, en el debate de Política General celebrado en las Corts el pasado mes de septiembre.
Esta determinación por parte del Consell -la reversión de las concesiones sanitarias forma parte del 'Acord del Botànic' rubricado por PSPV, Compromís y Podemos- ha provocado incluso algún que otro conflicto, que se ha visto incrementado por algunas desafortunadas afirmaciones de altos cargos de Conselleria.
Así, mientras desde el comité de empresa apoyan la reversión de la gestión, el subsecretario de la conselleria, Ricardo Campos, calificó a los trabajadores del Hospital de La Ribera de “tropa” que en muchos casos han sido “contratados a dedo”. Además, el comisionado para el centro sanitario de Alzira, José Sanfeliu, se vio obligado a dimitir después de que se hicieran públicas unas palabras suyas durante una charla en la que dijo que muchos de los actuales empleados se marcharán porque la conselleria no podrá mantener los “sueldazos” que actualmente cobran, lo que permitirá que se metan: “todos nuestro familiares, amigos, conocidos que estén sin trabajar”.
Defensa de la gestión privatizada
Desde Alzira han contraatacado a los repetidos anuncios del Consell. De este modo, vemos como el tablón de anuncios del Hospital de la Ribera se ha convertido en un escaparate en el que aparecen numerosos recortes de prensa con los citados escándalos que han salpicado a los distintos cargos del departamento de Montón junto a otras informaciones en las que se defiende la gestión privada del centro.
La empresa defiende esta práctica y explica que, en contraposición, están los paneles de los sindicatos, en los que se cuelgan noticias que no suelen ser tan positivas para los gestores del centro. Circunstancia ésta que les sorprende, puesto que en los últimos diez años ha habido paz social: “Ahora, sin embargo, está todo mal”.
Repartidos por el hospital también se pueden encontrar los dípticos de 'Sanitat Sols Una', una asociación creada precisamente como defensa del conocido como 'Modelo Alzira' y de la que forman parte unas doscientas personas entre profesionales y pacientes. Este colectivo, que aseguran nace como una “manifestación espontánea” y que se desvincula de Ribera Salud, pretende informar de los servicios y de la calidad asistencial del Hospital de Alzira al tiempo que critican la decisiones políticas que aseguran “no responden a criterios económicos o sanitarios”.
Un vídeo con 'casos de éxito'
Así mismo, desde la dirección de Ribera Salud han requerido al personal del centro a que les remitan desde cada servicio el nombre y apellidos de 2 ó 3 pacientes que se consideren “adecuados” para la elaboración de un vídeo. Es decir, “que se expresen bien y que, sobre todo, tengan una historia bonita, sincera y feliz que contar”.
A éstos se les propondrá participar en la grabación de un vídeo elaborado con los testimonios de los pacientes en el que éstos cuenten “en primera persona” su experiencia y “satisfacción” con los profesionales de La Ribera: “El trato recibido, cómo han superado su enfermedad, de qué forma se han sentido arropados por el hospital, etc.”.
Desde Ribera Salud aseguran que no se trata de una campaña de publicidad o propaganda, sino de un vídeo “meramente clínico, con casos de éxito, para mostrar a futuros pacientes”. Así, insisten en que en ningún momento se pretende abordar el punto de vista de la gestión, “no se les va a preguntar si prefieren la gestión pública o privada, aunque estaríamos legitimados para hacerlo”.