El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, asegura que si el Gobierno de España aprueba sus proyectos para que opten a la financiación europea, la Comunitat Valenciana podría crear 190.000 empleos en seis años. “Si administraciones y empresas captamos un mínimo de 14.000 millones en seis años, eso se traducirá en la creación de 90.000 empleos en los próximos 3 años y de hasta 160.000 empleos hasta 2026”, afirmaba este jueves el presidente valenciano ante Pedro Sánchez y una corte de empresarios en la presentación del plan de recuperación 'España puede'. Puig añadía que “si alcanzamos unos fondos europeos por valor de 21.000 millones, como es nuestra ambición, llegaremos a los 190.000 empleos creados en los próximos seis años”.
El president del Consell aspira a gestionar el 10% de los fondos que llegarán a España en el marco del plan Next Generation UE, los fondos de recuperación de la Unión Europea, de los que el Gobierno ha previsto un adelanto de 27.000 millones de euros en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2020. El presidente Sánchez liga el futuro de los fondos europeos a la aprobación de las cuentas públicas y también la valoración de los proyectos que están presentando las comunidades autónomas. Si estos presupuestos vuelven a frustrarse, como sucedió con el anterior proyecto del Gobierno socialista en solitario, las promesas de Puig quedarán en papel mojado.
El contenido íntegro de los proyectos que el equipo de Ximo Puig ha llevado a Moncloa y que entregó este jueves en mano a Pedro Sánchez aún es un misterio. El pasado septiembre, en el debate de política general de la Comunitat Valenciana, el president de la Generalitat expuso las líneas maestras del que será el proyecto más importante de la legislatura, un plan de reconstrucción económica y social para superar los efectos de la COVID-19. Un plan de infraestructuras sanitarias y de servicios sociales, rehabilitación de viviendas con criterios de autosuficiencia energética -ampliar el parque público, pero con viviendas que soporten nuevas crisis-, una apuesta clara por las energías renovables y el hidrógeno verde, la lucha contra la despoblación y la ruptura de la brecha urbano-rural y un plan de digitalización de la administración pública y el tejido empresarial para hacer a las pymes competitivas. Así hasta 400 proyectos concretos que incluyen colaboración públicoprivada, que el Gobierno valenciano va a agrupando en paquetes para hacerlos más atractivos y buscar la participación de otros territorios.
En el acto, el presidente valenciano advertía de que la salida de la crisis va ligada a la financiación europea y esta pasa por presentar buenos proyectos y gestionarlos con eficiencia. Puig ha apuntado como retos de futuro una transformación profunda de la administración, para agilizar los trámites, y que “los nuevos fondos no tropiecen con el embudo de la burocracia”, o una transición digital y económica justa que “no deje a los más débiles como víctimas”. Y en esa transición justa cabe también un modelo fiscal sin “abusos” de Madrid, sin “dumping fiscal” y con un sistema de financiación justo que cubra las necesidades de servicios básicos de la población sin discriminar por territorios.