El líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, llevará al Congreso de los Diputados las peticiones de inversiones y mejor financiación que los empresarios llevan meses reclamando, sin éxito, a los gobiernos de Mariano Rajoy y Alberto Fabra.
Puig, que se ha reunido con los patronos de patrones dos veces en apenas cuatro días, quiso que se visualizara el sutil movimiento de Cierval o AVE, que, tras años de ningunearla, miman a la izquierda ante el declive del PP. “Agradezco profundamente a los empresarios que estén en una posición dinámica”, dijo. “En estos momentos, lo peor es el inmovilismo”.
Puig, que es diputado en Madrid, aseguró que este martes presentará en el Congreso una propuesta para que se invierta en la Comunitat Valenciana lo que, por población y necesidad, corresponde, tal como ya solicitaron los empresarios en su reciente revuelta contra el gobierno central.
“Lo que va a plantear se parece muchísimo a nuestra propuesta; bienvenidos sean todos los apoyos”, dijo José Vicente González, presidente de Cierval. Los tiempos en que una llamada de Francisco Camps ponía firmes a los empresarios valencianos parecen de otra época. Entonces, el dinero –vía burbuja crediticia- fluía, la administración repartía dinero y el PP ganaba con comodidad las elecciones autonómicas.
La situación ha cambiado. El PP está en declive, la Generalitat está en quiebra y los empresarios están enfadados y hasta desesperanzados. En los cenáculos empresariales ha calado la idea de que Mariano Rajoy ha enterrado políticamente a Fabra y de que, como se volvió a demostrar el lunes, Madrid no aportará un duro más a la Comunitat Valenciana.