Rafael Toledo, parasitólogo y experto en inmunología, aboga por “confinamientos selectivos” para luchar contra la pandemia

Concha Tejerina / EFE

València —

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El catedrático de Parasitología de la Universitat de València (UV) y experto en inmunología Rafael Toledo se muestra contrario a un confinamiento global ahora ante la pandemia del coronavirus, que a su juicio “aplazará” la situación actual y con un coste socioeconómico “muy grave”, y aboga por “confinamientos selectivos” y por centrar los esfuerzos en las personas mayores, a quienes el virus afecta de manera más grave.

En una entrevista con la Agencia EFE, Toledo afirma que desde el inicio de la pandemia del coronavirus “se está intentando poner puertas al campo” a un virus que es “difícil de controlar”.

¿Confinamiento total o selectivo?

Toledo asegura que desde el principio de la crisis sanitaria ha mantenido que el confinamiento total “solo sirve para liberar las habitaciones de UCI. Lo único que hace es aplazar la situación que estamos viviendo y con un coste socioeconómico muy grande”.

A su juicio, los hechos están demostrando que a lo mejor se está intentando “ponerle puertas al campo” y tras considerar que va a ser “muy difícil” controlar el coronavirus, afirma que debe tratar de combatirse con las “características que tiene el virus”.

Toledo explica que el SARS-CoV-2 afecta de manera “más grave” a los mayores de 60 o 65 años, sobre los que deben centrarse los esfuerzos, y el resto de la población debe hacer “una vida más o menos normal de forma que vayan sufriendo la infección y, poco a poco, vayan generando una inmunidad de grupo, de rebaño. Eso es lo que cortará la transmisión”.

Además, añade, eso “liberaría de tensión los sistemas sanitarios y, simultáneamente, podría mantener en gran medida el estatus y la dinámica socioeconómica de la comunidad de manera más sostenible que con el confinamiento total”.

¿Volvemos a una situación preocupante?

El catedrático de Parasitología cree que con el ascenso de nuevos casos en las últimas semanas, la situación “volverá a ser preocupante”, aunque precisa que si comparamos la imagen actual con la de hace cinco meses “el resultado es distorsionado porque en la actualidad se hacen muchos más diagnósticos y eso da un resultado mayor de infectados”.

“Realmente ahora nos estamos aproximando mucho más a las estadísticas reales, que son que la tasa de mortalidad está en torno al 1 por ciento y la de hospitalización al 10%”, asegura el parasitólogo, quien cree que lo que habría que hacer “es aprovechar las características de la enfermedad que produce” el virus.

“Estamos siguiendo el mismo camino que seguimos hasta llegar a marzo, lo único que sucede es que ahora lo estamos viendo -agrega-. La referencia debe ser ahora el número de hospitalizados, de ingresados en UCI y de fallecidos”.

¿Hay más población joven afectada?

El experto en inmunología e inmunoparasitología considera que el coronarivus “no está afectando más a los jóvenes”, sino que el diagnóstico se está centrando más en ellos porque muchos de los seguimientos de focos se realizan en discotecas, zonas de ocio nocturno o reuniones sociales a partir de un caso detectado en algunas de ellas.

Estos jóvenes, explica, no fueron diagnosticados en marzo porque generalmente no tienen sintomatología o la patología es muy leve y se encuentran bien, y porque entonces no había los medios de diagnóstico que hay ahora.

“Al virus no le ha dado tiempo material a que haya cambiado, mutado, simplemente el seguimiento epidemiológico que estamos haciendo es muy diferente al que hacíamos en marzo”, afirma.

Ademas, agrega, si comparamos la mortalidad de hoy con la de hace cuatro meses “se ha dividido por doce o por trece. Eso no es porque haya cambiado el virus, sino porque ahora de cada diez diagnosticados, ocho son menores de 40 años, mientras que antes de cada 10 diagnosticados, 8 eran mayores de 60”.

¿Qué pasará en septiembre?

Rafael Toledo asegura que la vuelta de vacaciones, especialmente el regreso a las aulas, puede ser un “problema” si se sigue planteando como hasta ahora porque un colegio “cumple con todas las características que facilitan la transmisión del virus: son espacios cerrados, poco ventilados y donde se acumula mucha gente”.

A eso se añade la gripe, porque “si hasta ahora al que acude al centro de salud con un poco de fiebre le hacen la PCR y lo mandan a casa, cuando llegue la gripe eso no va a ser tan fácil de hacer”.

¿Llegaremos a una inmunidad de grupo?

Según Toledo, se piensa que una inmunidad de grupo es algo que aparece “de hoy para mañana”, cuando es un proceso “lento y progresivo” y en ese tránsito “podremos ir viendo cómo los casos van disminuyendo progresivamente”.

El experto matiza que no se sabe si esa inmunidad es corta y larga pero “un hecho evidente” es que no hay casos de segundas infecciones. “No existen casos de personas que se hayan infectado dos veces, se genera una inmunidad que no tenemos identificada porque se debe a células”.

Según Toledo, un “aspecto importante del que no se habla es el de la inmunidad parcial. Hablamos de inmunidad como si fuera o cero o cien, pero se puede alcanzar un estado de inmunidad parcial en el que se convierta en una enfermedad respiratoria más”

¿Cuándo habrá una vacuna?

El catedrático de Parasitología explica que una vacuna tarda en desarrollarse alrededor de diez años y en el caso del coronavirus se están desarrollando en un periodo de seis meses.

“Dudamos de la duración de la inmunidad natural y podemos dudar también de la duración de la inmunidad artificial de la vacuna”, afirma Toledo, quien se pregunta “¿qué datos tenemos que vayan más allá de esa duda sobre la inmunidad natural? No tenemos ningún valor porque los estudios empezaron hace cinco meses”.

También asegura que se desconocen los “efectos secundarios a medio y largo plazo” que pueda tener la vacuna, y asegura que con la misma hay que ser cautos. “Tampoco nos garantiza que genere inmunidad en un porcentaje alto de personas”.

“Por supuesto que hay que seguir con los estudios de las vacunas pero tampoco hay que acogerse a ellas como si fuera a ser la solución porque realmente no lo sabemos”, afirma Rafael Toledo, quien recuerda que en la actualidad solo hay vacunas para 26 enfermedades.