Este jueves era el día en el que el alcalde de Cullera, Ernesto Sanjuán, tenía que declarar en el juzgado de Instrucción número 3 de Sueca como imputado por el incendio del pasado 16 de abril provocado por unos fuegos artificiales autorizados por el Consistorio pese a las advertencia de los bomberos, que le recordaron al Ayuntamiento la prohibición de los espectáculos pirotécnicos por el nivel 3 de Preemergencia a causa del fuerte viento existente.
Sanjuán -imputado junto al concejal de Fiestas de Cullera, el también popular Andreu Piqueras- ha defendido su acuación y ha asegurado que si hubiera habido peligro de incendio no habría tirado “en absoluto” el castillo de fuegos artificiales, al tiempo que ha recordado que se trata de una tradición “de mil seiscientos y pico”.
El primer edil ha asegurado que su defensa ha sido “decir la verdad”, así como que considera que “se han clarificado bien las cosas”, ya que ha insistido en que “si hubiera sabido que iba a pasar lo que pasó, no se habría tirado”, aunque justificaba que “todo el mundo conoce que allí hay brozas y que luego se regenera y ya está”.
Sanjuán “prevaricó”
Tras el incendio, tanto Compromís como Esquerra Unida denunciaron los hechos ante Fiscalía. Precisamente, el diputado de Compromís Juan Ponce ha apuntado que Sanjuán ha reconocido que era conocedor de que según la normativa no se podía disparar el castillo, “por lo que hay indicios claros de que prevaricó”.
Ponce ha insistido en que ese día había alerta 3 y con ese aviso no se pueden disparar fuegos artificiales en las condiciones en las que se hizo. El alcalde de Cullera recibió un fax del Consorcio Provincial de Bomberos recordándole la prohibición de disparar el castillo a menos de 500 metros del monte, “es obvio que Sanjuán sabía que estaba incumpliendo la normativa y la incumplió voluntariamente, poniendo en riesgo a las personas y al medio ambiente”.