'Stoyries', aviones de juguete para cambiar el mundo

Como cualquier proyecto, todo surge con una idea. En este caso es la arquitecta valenciana afincada en Londres Aida Navarro (desarrolla esta iniciativa junto a Anna, Beatriz, Juan, José Manuel, Virginia, Elena, María y Agustín) quien trabajaba -en el contexto de su tesis- en cómo modificar el uso del espacio por medio de elementos lúdicos: “Imaginaos que en un solar vacío aparece una pelota, inmediatamente ese espacio se convierte en un campo de fútbol”.

Con este ejemplo explica Navarro a través de su canal de youtube la idea inicial que acaba desembocando en 'Stoyries', que define como un “proyecto social experimental” por medio del cuál los juguetes, o como ellos lo denominan “detonadores lúdicos” (en este caso, aviones de juguete creados por impresión 3D), sirven para crear historias que unen a niños de diferentes lugares del mundo.

De este modo, lo que comenzó siendo un proyecto académico se ha transformado en algo más ambicioso que pretende “cambiar el mundo” conectando a desconocidos, a quienes se invita a “interactuar, moverse y, sobre todo, jugar”.

Así, en un primer momento (en 2015) diseñaron 50 aviones -cada uno diferente del otro y con un código que permite monitorizar sus movimientos si se introduce el código en la página web del proyecto (stoyri.es) y conocer por dónde viajan a través de las redes sociales con la etiqueta #stoyries-. “Fue tal el éxito que agotamos todos ese mismo día, y volvimos a agotarlos cuando un mes después producimos más”, explican. Desde entonces sus aviones han viajado desde California hasta Australia, el norte de África, Europa o el lago Bakalar, en México.

“Aunque nuestro objetivo no era más que estudiar como esos aviones se movían de aquí para allá, qué les pasaba y cómo servían de catalizadores de historias, nos hemos dado cuenta que podemos con ellos llegar a muchos lugares inimaginables, y por ello hemos hecho de Stoyries una plataforma que una a la gente a través de algo tan sencillo como aviones de juguete”, insisten.

Vínculo “irrompible”

El proyecto consiste en que cada persona que compra uno de estos aviones, en realidad adquiere dos (uno para él y otro para un niño que está pasándolo mal, creando un vínculo “irrompible”). Para ello han alcanzado un acuerdo con Aspanion (Asociación de Padres y Madres de Niños con Cáncer de la Comunitat Valenciana), a quienes hace apenas unos días donaron 25 aviones, y con Solidarity Now, un colectivo que ayuda a niños en un campo de refugiados en Grecia.

Ahora buscan financiación para llevar a cabo la donación de aeroplanos de juguete en los campos de refugiados, donde también tienen la intención de grabar un documental para dejar constancia de la experiencia en Grecia, y para ello han puesto en marcha una campaña de micromecenazgo a través de la plataforma on-line Verkami.