Una nueva estrategia basada en el fomento de políticas encaminadas a renaturalizar la ciudad como principal medio para hacer frente al cambio climático.
El alcalde de València, Joan Ribó, y el vicealcalde, Sergi Campillo, han anunciado este jueves la elaboración del 'Pla d'Infraestructura Verda i Biodiversitat de València 2020-2050' basado en el Plan Verde que elaboró el PP en el año 1994 con un presupuesto de 1,7 millones de euros (281 millones de pesetas), un 20% con ayudas europeas: “era algo positivo que pudo hacer de València una capital verde, pero se quedó en un cajón y ni si quiera se aprobó en el pleno”, ha asegurado Ribó.
El Plan pretende establecer un modelo de ciudad en el que todas sus políticas vayan encaminadas a hacer de València una ciudad más verde y más sostenible.
El alcalde ha comentado que según los expertos el efecto isla de calor propiciado por el exceso de asfalto y obra dura en la ciudad genera de media dos grados más de temperatura en el casco urbano de València, algo que se puede atenuar con medidas como el incremento de zonas verdes en los barrios, de huertos urbanos, de arbolado y mediante la pacificación del tráfico, fomentando los transportes alternativos.
Ribó ha anunciado la creación de una oficina verde para asesorar a los ciudadanos sobre las posibilidades de ajardinamiento o cultivo en zonas privadas como azoteas o terrazas de edificios.
Por su parte, Campillo ha recordado que el Ayuntamiento está finalizando la plantación de arbolado en 3.274 alcorques vacíos y ha comentado que otro de los objetivos del Plan será crear itinerarios que sirvan para conectar los diferentes entornos naturales, tales el parque del Turia, la Devesa, la Albufera o las playas del Saler.
Una de esas grandes conexiones será el cauce nuevo del Turia, puesto que el Ayuntamiento sigue trabajando en un proyecto para transformarlo en un parque natural transitable.