Acuerdo entre Compromís y PSPV, socios de Gobierno en el Ayuntamiento de València, para desbloquear el Programa de Actuación Integrada (PAI) de Benimaclet, una de las cuestiones que más ha tensado la relación entre ambos partidos en los últimos meses.
La empresa municipal AUMSA diseñará y redactará, por encargo del Ayuntamiento, el plan especial urbanístico del barrio de Benimaclet. Así lo ha aprobado esta mañana la Junta de Gobierno Local y lo ha explicado en rueda de prensa la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, quien ha afirmado que se hará “buscando el consenso y el acuerdo con todas las entidades del barrio, cerrando la inseguridad jurídica y desatascando la indefinición urbanística que arrastra este barrio desde hace décadas”.
De esta forma queda relegada a un segundo plano la promotora Metrovacesa que aglutina una gran parte del suelo edificable y que presentó en 2018 un proyecto con 1.300 viviendas rechazado por el propio alcalde Joan Ribó en julio de 2020. Por este motivo, la compañía ha iniciado un litigio judicial contra el Ayuntamiento.
La concejala espera y confía que este encargo a AUMSA “dé solución por fin al espacio que tenemos pendiente de desarrollar en el barrio de Benimaclet”. Gómez ha afirmado que ya “cuando en su día decidimos no admitir la planificación que había puesto encima de la mesa la agrupación de interés urbanístico, ya aprobamos un documento de directrices donde entendíamos que el desarrollo de esa zona de Benimaclet tenía que cumplir con unos objetivos, que son los que ahora desarrollará AUMSA”.
En este sentido, la vicealcaldesa ha anunciado que el nuevo plan “busca un modelo de ciudad compacto y policéntrico, que permita que Benimaclet tenga servicios de proximidad y tenga cubiertas todas sus necesidades en materia educativa, sanitaria, deportiva y social para que, en definitiva, tengamos una ciudad a escala de peatón”.
La concejala ha dejado claro que “queremos huir del Benimaclet a dos velocidades, por un lado un núcleo histórico y por otro, la edificación de torres cerradas que no hacen barrio”. Sandra Gómez afirma que, por el contrario, “nosotros queremos un diseño que ponga en valor la historia y la identidad del barrio y su vinculación con la huerta”.
El nuevo plan, que deberá ser diseñado por un equipo multidisciplinar formado por un urbanista, un paisajista, un experto en patrimonio cultural y un experto en derecho urbanístico, deberá incluir, según la concejala, “las redes de transporte público, la gestión sostenible de los recursos, la rehabilitación de las viviendas y el patrimonio cultural de Benimaclet y una mirada desde una perspectiva de género”.
El plan especial de Benimaclet, que afecta 1.217.827 de metros cuadrados, reservará un 30% de las edificaciones para vivienda pública y un 10% para alquiler asequible, reservará espacios para huertos urbanos y mantendrá la tipología modal y el régimen de alturas por parcelas y manzanas. AUMSA dispone ahora de 12 meses para la redacción del proyecto, que tiene un coste de 294.000 euros.
El vicealcalde, Sergi Campillo, se ha mostrado satisfecho con este acuerdo que además incluye “un proceso participativo para conocer las inquietudes y necesidades de los vecinos y vecinas”.
En cuanto a la edificabilidad final que se incluirá en el PAI, sigue habiendo discrepancia entre Compormís y PSPV. Si bien es cierto que tal y como apuntan fuentes socialistas, los criterios del pliego técnico del acuerdo establecen que se mantiene en el equivalente a unas 1.000 viviendas (300 menos de las que proponía Metrovacesa), fuentes de Compromís aseguran que es un aspecto que se ha pactado y que se abordará más adelante, cuando se hayan sacado las conclusiones del proceso participativo y siempre antes de que Aumsa inicie la redacción del proyecto.