Compromís y PSPV se muestran favorables a implantar la tasa turística en la ciudad de València
València, como otros muchos destinos turísticos españoles y europeos, tendrá tasa turística. Así lo han afirmado a elDiario.es los representantes municipales tanto de Compromís como del PSPV, socios de Gobierno en el Ayuntamiento, quienes coinciden en señalar los beneficios de la medida para sufragar los gastos adicionales que genera el turismo en la ciudad, tales como seguridad o limpieza. La coincidencia, sin embargo, tiene sus matices.
En estos momentos, la regulación legal para la aplicación de la tasa turística se está debatiendo en el marco de la comisión negociadora de los presupuestos del Gobierno valenciano, una comisión integrada por representantes de tanto del PSPV, como de Compromís y de Unides Podem. La idea que se baraja es aprobar un marco normativo general al que se puedan acoger los municipios para aplicarla, si así lo desean.
En este sentido, si se aprobara este año la regulación como todo parece indicar, el calendario de aplicación de la tasa en la ciudad de València sí que genera una discrepancia entre los socios.
Por una parte, el vicealcalde de València, Sergi Campillo (Compromís), considera que es “absolutamente necesario implementar la tasa turística en la ciudad y no hace falta esperar porque cuando hace unos años ya se propuso dijeron que no era el momento porque se estaba en un momento expansivo, y ahora que salimos de la crisis y el turismo se está recuperando tampoco es el momento, por lo tanto parece que nunca es el momento”. Según Campillo, “el momento es ahora, cuando la ciudad lo necesita más que nunca”.
Para ello, “es necesario que la Generalitat Valenciana aborde definitivamente este tema y permita que los ayuntamientos puedan aplicar la tasa para compensar los inevitables efectos negativos que también genera el turismo en las ciudades, especialmente en temas de limpieza, en temas de seguridad ciudadana o de políticas de vivienda al tensionar los precios del alquiler”.
Esos recursos económicos para paliar todas estas cuestiones podrían venir de esta tasa, “como tienen la inmensa mayoría de ciudades europeas sin ningún problema se está habñando de 1 o 2 euros por noche, lo que no va a disuadir a los turistas de visitar la ciudad, como ha sucedido en Baleares o en Catalunya donde se aplica la tasa y la afluencia de turistas no se ha visto afectada”, dice Campillo.
Sin embargo, el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán (PSPV), considera que 2022 no es el mejor año para aplicar la tasa, ya que, además del lastre económico que ha sufrido el sector con la pandemia, “es algo que una vez se acuerde y se apruebe en la Generalitat, se debe negociar con el sector y con los vecinos para acordar el modo de aplicarlo”. Por lo tanto, Sanjuán considera que sería más adecuado empezar a aplicar la tasa en el año 2023 y que parte de los ingresos se deberían destinar también a mejorar la ciudad.
En el seno del Gobierno valenciano también existen en estos momentos pequeños matices. Como explicó el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, en la entrevista realizada recientemente por elDiario.es, “en este momento la oportunidad es discutible, después de lo que ha sufrido el sector turístico”. A partir de ahí, “hay que ver cómo se acomoda un impuesto a una realidad concreta”.
Según Puig, “es un impuesto que se sitúa en el espacio del turista y que, en un momento determinado, en según qué sectores afecta mucho y en otros no afecta nada”. Hay que buscar “una fórmula flexible en su implantación y hay que entender, además, cuál es la oportunidad. Adaptarla al territorio es fundamental”.
Por su parte, fuentes de Compromís del Gobierno valenciano afirman que la intención es que la tasa se apruebe este año con los presupuestos autonómicos y que se pueda empezar a aplicar una vez los efectos económicos de la pandemia hayan quedado atrás, “algo que según las previsiones del propio Gobierno sucederá a final de año, por lo tanto, no hay motivo para no aprobarla y que cada municipio empiece a aplicarla cuando lo considere”.
Desde la pata de Unides Podem del Botànico, consideran más adecuado que la tasa sea autonómica, aunque con pequeñas modulaciones en función del tipo de alojamiento, para no crear una competencia entre los municipios que puedan aplicar la tasa y los que no. Además, consideran que la fórmula municipal tiene difícil encaje legal. En cuanto a los tiempos, afirman que la tasa ya debería estar aprobada antes de la pandemia y que ahora que el sector se está recuperando, se podría aplicar sin problemas de cara al año que viene, aunque destacan que todo se está negociando y que no ponen líneas rojas.
0