Dos décadas de la 'Casa de los gatos', la peculiar 'vivienda' felina ubicada en el barrio valenciano del Carmen

“A la memoria dels cuatre gats que quedaren al Barri del Carme l’any MXCIV. Mai se les va a sentir un miau mes alt que altre” (En memoria de los cuatro gatos que vivieron en el barrio del Carmen en el año 1094. Nunca se les escuchó un maullido más alto que otro). Así reza en la fachada de una peculiar 'vivienda' de la ciudad de València, la conocida como 'Casa de los gatos' o 'Gatera', esculpida por el escultor Alfonso Yuste Navarro en la fachada de un solar del Carmen en 2003: “Le pregunté a los vecinos si les parecía bien construirles una casa y aceptaron. Aproveché trozos de cerámica, mármol y hasta un carro de supermercado”, explicaba hace unos años en unas declaraciones a la BBC.

La ciudad de València cuenta actualmente con alrededor de 600 colonias felinas, con una población aproximada de entre 15.000 y 20.000 gatos -el Consistorio ha tratado en los últimos tres años a alrededor del 17% de estos animales en el marco del plan de esterilización felino para minimizar su impacto entre los vecinos. Muchos de estos animales deambulan diariamente por las calles del céntrico barrio del Carmen, y a algunos de ellos se les puede ver introducirse a través de la 'puerta' de 'La casa de los gatos' para acceder al solar contiguo, situado en el número 9 de la calle Museo, próximo al antiguo convento del Carmen, lo que es el actual Centro del Carmen de Cultura Contemporánea (CCCC).

Esta peculiar estructura, incrustada en la fachada de un color azul cielo nocturno, simula una minicasa de algo más de un metro de altura. A la izquierda podemos ver el edificio principal, con un gran portón en el centro al que se accede por medio de tres pequeños escalones; a su lado una fuente y, encima de esta, unos azulejos en los que están representados cuatro gatos y, bajo estos, otros con la leyenda descrita al principio; entre la fuente y los escalones, otro azulejo en el que se puede leer 'Yuste', el apellido del artista. Y en la parte superior, entre el portón y los azulejos, otro cartel en el que se advierte que la construcción está “asegurada de incendios”. En el primer piso, un balcón con dos grandes puertas. En el segundo piso, tres ventanas más pequeñas; detrás de una de ellas se puede ver, asomándose, la figura del mítico actor británico Charles Chaplin 'Charlot'. El tejado aparece rematado por una pequeña chimenea.

A la derecha de la planta principal sobresale ligeramente un pequeño patio, con algunas plantas. Y en su fachada, esculpida, una puerta doble que permanece cerrada. A través de la puerta principal, no son pocos los gatos que acceden cada día, y sobre todo cada noche, al solar anexo. La tapia se encuentra rematada por la escultura de un gato.

Se trata de un punto de atracción para turistas y visitantes, que han leído sobre esta particular construcción y es objeto de numerosas fotografías; y forma parte del paisaje para los vecinos, que desde hace dos décadas tienen 'puerta con puerta' este hogar felino (la convivencia con los gatos proviene de mucho antes). Para los vecinos del resto de la ciudad de València, 'La casa de los gatos' es bastante más desconocida.

En cuanto a la leyenda sobre los “cuatro gatos” que quedaron en València en 1094, se cuenta que cuando Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, conquistó la ciudad ese año, arrebatándosela a los musulmanes, se encontró la plaza llena de gatos, unos animales que los cristianos consideraban portadores de mala suerte. Su decisión, según se dice, fue mandar matar a todos los felinos que hubiera en la ciudad, una matanza de la que solo se salvaron 'cuatro gatos'.