La naviera más grande del mundo pide al Puerto de València una segunda terminal de cruceros para competir con Baleària
En plena emergencia climática, el Puerto de València no contará con una terminal de cruceros, sino que podría llegar a tener dos y posiblemente ambas pegadas al casco urbano de El Grau y de Natzaret.
La presidenta de la Autoridad Porturia (APV), Mar Chao, confirmó este viernes que, tal y como avanzó elDiario.es, la naviera más grande del mundo, MSC, ha pedido una concesión para una nueva estación que ha frenado la ejecución de la que se adjudicó hace un año por concurso público la compañía valenciana Baleària, cuyas obras aún no ha iniciado ya que considera que los grandes buques de la multinacional suiza atascarán la entrada y salida de sus ferris.
Según Chao, MSC “ha manifestado el interés, ha hecho una solicitud y si quiere una concesión tiene que acabar de cumplimentar todo el expediente necesario para proceder al trámite del mismo”.
En cuanto a las discrepancias con Baleària por los accesos a la terminal, la presidenta comentó que está pendiente “una reunión con el Ayuntamiento para analizar el tema de los accesos y la interacción puerto-ciudad”, al mismo tiempo que “se están haciendo estudios de maniobrabilidad y hay que estudiar diversos aspectos técnicos” para ver hasta qué punto es compatible el flujo de ferris y de cruceros de ambas terminales, es decir, la de Baleària y la de MSC. En cualquier caso, se mostró convencida de que “habrá un encaje satisfactorio para todos”.
Como informó este diario, la empresa valenciana, asociada con Global Ports Holding (GPH) para la gestión de cruceros, se adjudicó el concurso público para la construcción de una terminal de pasajeros con una inversión prevista de 38 millones de euros, pero ahora MSC exige un espacio anexo para dar cabida a sus grandes buques, lo que estrangularía la operatividad de los ferris de Baleària.
Esta situación ha creado un enorme malestar en el seno de Baleària que ha ido a más puesto que la APV, al parecer presionada por MSC, habría tumbado el proyecto de accesibilidad propuesto por la naviera valenciana, más amable y sostenible, por otro más duro con vistas a posibilitar un mayor volumen de trenes que conecten la terminal sur con la futura terminal norte de contenedores adjudicada a una filial de la multinacional suiza.
La situación ahora mismo es de alta tensión entre la APV, Baleària y MSC y todos los escenarios son factibles. Con toda probabilidad, una posible solución de consenso podría ser buscar una ubicación alternativa para MSC que no interfiera en la operatividad de la terminal de Baleària, pero está por ver que la multinacional suiza, con enorme peso e influencia en el Puerto de València, más aún desde que se asoció con el naviero Vicente Boluda, consejero de la APV, acepte esta opción.
2