Las promesas electorales de la alcaldesa de València naufragan: suciedad, delincuencia y tráfico, principales preocupaciones ciudadanas

“Lo mínimo que se pide a un alcalde es que las calles estén limpias y seguras, y me voy a dedicar en cuerpo y alma”, señaló María José Catalá, el pasado 20 de junio del año pasado, pocos días después de haber sido investida alcaldesa de València. Y es que la mejora de la limpieza, el incremento de la seguridad y acabar con los atascos en la ciudad fueron tres de las principales cuestiones en las que basó su labor de oposición al anterior alcalde, Joan Ribó, y como consecuencia realizó un gran número de promesas durante su campaña de las elecciones municipales del 28 de mayo. Por ejemplo, en el caso de la limpieza, Catalá aseguró que implementaría un plan de choque y en materia de seguridad habló de introducir 200 policías locales de forma inmediata y 500 a largo plazo. Solo han ingresado 77.

Han pasado 10 meses desde entonces y todos estos problemas que Catalá prometió solucionar de forma rápida figuran entre las principales preocupaciones de los vecinos y vecinas de la ciudad. Y no solo eso, sino que la percepción es que son situaciones que están empeorando. Así se desprende del último barómetro municipal de Opinión Ciudadana realizado durante los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024, es decir, tras siete meses de gestión del PP (a la que se unió Vox en octubre), con un total de 2.356 entrevistas a población de 18 y más años residente en la ciudad de Valencia. El informe se despachó con una nota de prensa cuando el documento aún no estaba colgado en la web municipal. En el pasado mandato cada informe se presentaba en una rueda de prensa.

Preguntados los encuestados sobre los principales problemas de la ciudad, aparece en primer lugar la falta de limpieza, en segundo lugar el tráfico y los problemas de circulación y en tercer lugar la falta de seguridad, seguido muy de cerca (a una décima) por los problemas de acceso a la vivienda debido a la falta de oferta y los elevados precios de los alquileres.

Estos problemas, además, han empeorado en el último año. En concreto, para el 37,6% ha empeorado la limpieza frente al 16,1% que considera que ha mejorado; en el caso de la regulación de la circulación, un 40,3% considera que ha empeorado frente a un 9,4% que dice que ha mejorado; sobre la Policía Local, un 19,8% considera que ha empeorado su servicio frente al 16,4% que considera que ha mejorado. En todos los casos, el resto de los encuestados hasta llegar al 100% considera que o está igual o no sabe no contesta.

Sobre los problemas más graves de la Comunitat Valenciana, en primer lugar está la desocupación y la precariedad laboral y en segundo lugar de nuevo el problema de la vivienda por el alza de los alquileres. En cuanto a los principales problemas de España, se señala en primer lugar la política en general, los propios partidos y la inestabilidad política y en segundo la gestión del Gobierno, seguido del desempleo.

Sobre los problemas que más directamente afectan a los encuestados, los tres primeros son la mala situación económica y la inflación, el desempleo y la precariedad laboral y de nuevo el acceso a la vivienda y los elevados precios de los alquileres.

En cuanto a los servicios públicos municipales, los que mejor nota sacan son la Empresa Municipal de Transportes (EMT) con un 7, los carriles bici y Valenbisi con un 6,8 y las instalaciones deportivas con un 6,7. Los que peor nota sacan son los aparcamientos públicos con un 4,2, la regulación de la circulación con un 4,8 y la limpieza de las calles con un 5.

Para un 62,7% la ciudad está igual o peor

El grado de satisfacción de vivir en la ciudad es muy alto, los vecinos lo puntúan con un 8,2, sobre 10, de media. Un 71,4% del total de ciudadanos puntúa con un 8 o más, su grado de satisfacción de vivir en València, y un 26,7% lo puntúa con la máxima calificación, un 10. Del estudio se desprende que la ciudad de València ha mejorado en el último año para un 35,5%, mientras que ha empeorado para un 29,1% y para un 33,6% está igual. Es decir, que para un 62,7% la ciudad está igual o peor.

Las personas entrevistadas, como media, se sienten bastante o muy seguras en un 93,4% durante el día y en un 61,8% durante la noche. Aunque la percepción de seguridad es muy diferente según el sexo. En general, los hombres se sienten mucho más seguros que las mujeres, y la diferencia es mucho mayor por la noche. La valoración de la seguridad del entorno más próximo, el barrio, es bastante alta entre las personas consultadas, la media de las puntuaciones realizadas es de 6,8 sobre 10, dos décimas más alta que la última vez que se realizó esta pregunta en 2019.