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Ribó, sobre el amago de dimisión de Colomer (PSPV) por la tasa turística: “El alcalde socialista de Palma de Mallorca me dice que funciona sin problemas”

La polémica sobre la conveniencia de aprobar una la tasa turística sigue de plena actualidad. Este miércoles se han manifestado al respecto en sentidos opuestos tanto el alcalde de València, Joan Ribó, como el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig.

Las declaraciones se producen después de que el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, deslizara este martes en Les Notícies del Matí de À Punt la posibilidad de dimitir en caso de que se apruebe la tasa.

La regulación de este impuesto está en fase de tramitación en las Corts a propuesta del gobierno autonómico (PSPV-Compromís-UP), con una cuantía de entre 0,5 y 2 euros por jornada a aplicar por los ayuntamientos que así lo decidan cuando pase un año de moratoria desde su aprobación definitiva, lo que se calcula que podría suceder en 2024.

València podría ser una de las ciuddes en las que se aplicara a tenor de las palabras de Ribó, quien ha afirmado no entender la oposición a esta tasa por parte del socialista Colomer cuando en otros territorios como en Baleares ya se aplica: “He hablado con el alcalde socialista de Palma de Mallorca y me ha dicho que funciona sin problemas”.

El alcalde ha insistido en que se trata de un impuesto que pagan los visitantes, “en ningún caso los hoteleros ni los vecinos y vecinas” y cuya recaudación contribuye a sufragar los gastos derivados del turismo, tales como seguridad, limpieza o mantenimiento de playas.

Por contra, Puig ha reiterado que no es partidario de aplicar la tasa turística en la Comunitat, si bien ha recalcado que es una iniciativa de los grupos parlamentarios, con la que se debe ser “respetuoso”.

En todo caso, ha considerado que “los grandes” retos del sector en la autonomía “no pasan” por este impuesto “ni para bien, ni para mal” ni en “si se aplica o no se aplica”, sino en cómo se puede avanzar en el posicionamiento de la autonomía para adentrarse en nuevos mercados, si bien ha reconocido que “muchas ciudades europeas la tienen establecida”.

“Yo no soy partidario sinceramente, lo he dicho, pero sí de que se pueda establecer un debate desde el respeto institucional. Yo respeto lo que deciden las Cortes, me guste más o me guste menos. Es que la democracia es así”, ha indicado Puig.