El Valencia CF viene pisando el acelerador en las últimas semanas para tratar de convencer a las instituciones de que no caduquen la Actuación Territorial Estratégica (ATE), o al menos para que le mantengan los beneficios urbanísticos del plan por el que le dieron 40.000 metros cuadrados de terciario en las parcelas del viejo Mestalla y de Cortes Valencianas con el fin de que pudiera obtener ingresos adicionales para finalizar las obras del nuevo estadio, paralizadas desde hace 13 años.
Como avanzó elDiario.es, el club presentó recientemente alegaciones al expediente caducidad de la ATE iniciado a finales de noviembre por acuerdo del pleno del Consell, un acuerdo condicionado a la posibilidad de mantenerle a la entidad la edificabilidad por medio de otra herramienta urbanística diferente a la ATE, si en un plazo de 90 días presentaba un proyecto creíble, con garantías financieras y ajustado a las condiciones pactadas en el convenio de 2005 firmado con el Ayuntamiento y recogidas en la ATE.
Poco después, el club presentó públicamente el proyecto desde el coliseo de la avenida de las Cortes Valencianas, afirmó que tendría una capacidad inicial de 49.000 espectadores ampliable a 70.000 (aforo exigido en el convenio) y volvió a insistir en la necesidad de mantener la ATE para posibilitar la financiación de las obras.
Sin embargo, tanto la Generalitat Valenciana como el Ayuntamiento se mantuvieron firmes en la caducidad de la ATE, en la exigencia de los 70.000 espectadores de aforo inicial y en la necesidad de que el club aporte mayores garantías económicas. Eso sí, el propio presidente Ximo Puig afirmó que tenía “la mejor predisposición” para ayudar, pero que el club debía dar “confianza a las instituciones y a la sociedad valenciana”.
Un día después de estas declaraciones, el pasado lunes, El Desmarque avanzó que Lay Hoon, expresidenta y mano derecha del máximo accionista Peter Lim, había llegado a València para desatascar el problema del nuevo estadio. Ese mismo día, tal y como desveló Radio Valencia Cadena SER, tuvo una reunión informal con Ximo Puig y con el conseller Arcadi España para ponerse al día sobre las exigencias de las instituciones. Ambos le instaron a llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento sobre las condiciones que debe cumplir el nuevo estadio y a presentar más garantías económicas, a ser posible, un aval de Lim.
Así pues, Hoon seguirá la ronda de contactos con las autoridades políticas en el Ayuntamiento de València. En concreto, según ha averiguado este diario, a última hora de este miércoles solicitó una reunión con el alcalde de València, Joan Ribó, que tendrá lugar la semana que viene.
Tanto Ribó como Gómez se alinearon este miércoles en una misma posición: el estadio debe cumplir los requisitos pactados y eso implica de inicio un aforo de 70.000 espectadores.
La línea de Crédito de Caixabank
En sus alegaciones a la caducidad de la ATE, el Valencia CF incluyó documentación sobre las diversas posibilidades que maneja para financiar las obras. Tal y como avanzó elDiario.es, además de la venta del terciario y del edificio de oficinas del club, se presentaron dos líneas de crédito de Caixabank y de Rights & Media Funding Limited, por un total de 30 millones de euros, una documentación que ya se presentó en su momento al Instituto Valenciano de Finanzas, consideradas por la entidad insuficientes, pero cuyo detalle se ha ampliado.
En el caso del escrito de Caixabank, entre las condiciones planteadas por la entidad bancaria para que se formalice la línea de crédito se establece que se haya acordado mediante resolución firme la prórroga de la ATE y por lo tanto alcanzado y cerrado un acuerdo entre la Generalitat Valenciana y el Valencia CF.
Además, la entidad financiera también pone como condición que el club esté al corriente en los pagos que le adeuda, que no haya desviaciones en las previsiones de costes iniciales para finalizar las obras del nuevo estadio, de forma que los recursos aprovisionados sean suficientes para acabarlas y que se inicie de una forma cierta y contrastada el proceso de venta de las parcelas del viejo Mestalla.
Las carta de Caixabank aportada por el club incluye más detalles, por ejemplo, que se firmaría en diciembre de 2023 con dos tramos, uno inicial de 10 millones disponible desde el 1 de enero de 2024 y un segundo de 5 millones más, para cubrir posibles diferencias entre flujos de cobros y pagos, ambos con un interés de euribor + 3%.
La exigencia de Caixabank de que se prorrogue la ATE se explica en que se especifica que la entidad financiera se cogería como garantías de cobro la pignoración en origen a la firma de la financiación de los derechos de cobro que el Valencia CF pueda disponer como ciertos a esa fecha por la venta de los activos que se desinvierten, es decir, el edificio de oficinas y las pastillas de suelo terciario del nuevo estadio. Según la carta, estos derechos de cobro deberán tener la suficiente calidad crediticia de tal forma que no existan dudas sobre la solvencia.
Además, por el segundo tramo de 5 millones Caixabank se cogería como garantías la pignoración de un porcentaje de los derechos de televisión para cubrir un importe de mínimo un 115% del importe concedido.