València crea una empresa para gestionar la energía fotovoltaica que generará con la instalación de placas en 520 edificios
Hacer que todos los edificios municipales sean autosuficientes mediante placas solares y al mismo tiempo ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de consumir la energía sobrante a cambio de una cuota que sería simbólica en los casos de familias víctimas de pobreza energética. Este es el objetivo que persigue la empresa municipal de energía sostenible cuya creación anunciaron este miércoles el alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramón.
Según explicaron, la Comisión de Ecología Urbana aprueba este jueves el inicio de los trámites y la constitución de una comisión de estudio para poner en marcha esta empresa mixta que estará participada por el Ayuntamiento en un 51% y por un socio privado que se buscará mediante concurso público en un 49%. La previsión es que la compañía llegue a generar la misma electricidad que consumen 27.400 hogares en un año.
Ribó comentó que para lograrlo instalarán placas solares fotovoltaicas en 520 edificios municipales, principalmente en las cubiertas, para el autoconsumo y los excedentes se ofrecerán a la ciudadanía para abaratar la factura de la luz a través de comunidades energéticas o incluso de viviendas individuales que se encuentren en un radio de dos kilómetros del inmueble equipado con los paneles.
El alcalde ha puesto de relieve “la apuesta clara” por la empresa de energía “en un momento trascendental” caracterizado por “una situación de emergencia climática”. La actividad de la entidad se centrará en la gestión y generación de la energía fotovoltaica y en el mantenimiento y la actualización de las instalaciones. “No se trata de una comercializadora”, sino de un instrumento para el autoconsumo y la gestión de los excedentes.
Ello, con un triple objetivo: ahorrar en la factura de la luz del Ayuntamiento; abaratar la factura de la luz de los vecinos y vecinas potenciando las comunidades energéticas, “en un ejercicio de democratización de la energía eléctrica”, y “un factor social muy importante”, luchar contra la pobreza energética suministrando energía a familias vulnerables. Es una iniciativa que se incluye en el Plan de Acción de la Estrategia Urbana València 2030 y que será clave para la Misión Climática València 2030.
La empresa aspira a canalizar 73 millones de euros en inversiones público-privadas; aprovechará tejados municipales hasta ahora sin uso, e instalará 72,25 megavatios de potencia en la ciudad, esto es, generará el equivalente a lo que consumen 27.400 viviendas en un año. Por otro lado, se dejará de emitir a la atmósfera lo mismo que absorberían 139.000 árboles durante un año, una cifra que contribuirá a lograr el reto de la descarbonización en 2030. Igualmente, en el ámbito de la movilidad, agilitará el paso del motor de explosión al eléctrico al posibilitar la colocación de más cargadores. Además, generará puestos de trabajo relacionados con el sector de las energías renovables.
Ribó ha explicado que se ha optado por un modelo de empresa mixta para garantizar el interés público y aprovechar los conocimientos empresariales y de mercado, así como el capital que aportará el socio privado, que será seleccionado por licitación abierta y competitiva. Este jueves la Comisión de Ecología Urbana dará el pistoletazo de salida a la comisión interdisciplinar que se encargará de poner en marcha la entidad y está previsto tratarlo en el próximo pleno. La comisión estará presidida por el coordinador de la Estrategia Urbana València 2030, Jordi Peris, y formarán parte de ella técnicos municipales.
Por su parte, el regidor Alejandro Ramon ha detallado las fases de las que consta el proyecto. En una primera se harán las obras de instalación de producción de energía renovable en 520 equipamientos municipales, como escuelas, polideportivos o mercados, y se desarrollará la modalidad de autoconsumo para el Ayuntamiento. En segundo lugar, se ofrecerá el excedente a la ciudadanía a través de comunidades energéticas localizadas en un radio de dos kilómetros del punto de distribución. La tercera fase incluye el mantenimiento de las placas fotovoltaicas durante su vida útil, en torno a los 25 años.
El edil ha subrayado que “es el momento idóneo” para impulsar la empresa mixta debido “al elevado precio de la energía”; “el incremento de la demanda de energía eléctrica, porque la descarbonización comporta electrificación”; “el contexto económico favorable por los fondos europeos que nos podrán subvencionar, del mismo modo que ha pasado con los carriles bici de la ciudad”; “el nivel de radiación solar de València, con muchas horas de luz”, y “la gran cantidad de superficies libres en nuestros tejados”.
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