En la amplia sala Tirant lo Blanch II de la Ciudad de la Justicia de Valencia, en la que se celebra el juicio por la pieza separada J del 'caso Taula', hay un ambiente de cordialidad y afabilidad entre las diferentes partes. A la derecha del tribunal, conformado por tres magistradas de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia, se sienta el fiscal Anticorrupción, Pablo Ponce. A la izquierda, las numerosas defensas de los acusados. Enfrente, en la banquillo de los acusados, siguen las sesiones Marcos Benavent, autodenominado 'yonqui del dinero', el ex vicepresidente de la Diputación de Valencia Juanjo Medina y varios empresarios acusados de financiar irregularmente tres campañas del PP valenciano con fondos saqueados de la empresa pública de la institución provincial. Sin embargo, tras ese ambiente afable ha aflorado en la segunda sesión del juicio una auténtica batalla entre dos bandos: Benavent; Medina y el empresario Rafael García Barat contra el testaferro arrepentido José Estarlich, cuya demoledora declaración el pasado lunes pone contra las cuerdas al 'yonqui del dinero', para quien la Fiscalía Anticorrupción solicita ocho años y tres meses de cárcel.
Estarlich ha cantado la traviata, sin orquesta pero a viva voz, ante el tribunal al reconocer que fue utilizado como hombre de paja por Marcos Benavent para vehicular el dinero que sacaba de la empresa pública Imelsa y adquirir así una lujosa vivienda en Xàbia. El 'yonqui del dinero', sin embargo, ha contraatacado contra el marido de su antigua secretaria en la empresa pública y ha deslizado que el matrimonio tenía el “capricho” de adquirir la vivienda, una operación en la que Benavent no quería “figurar nominalmente”.
Se trata de una nueva versión sacada de la manga de Marcos Benavent según la cual quien manejaba “desde el principio” la empresa pantalla Berceo Mantenimiento era José Estarlich, quien “trabajaba organizando actos del PP”. El aludido no estaba en la sala ya que fue autorizado por el tribunal a no asistir este miércoles al haber declarado en la primera sesión. Así, el 'yonqui del dinero' defiende que “estaba dedicado a Imelsa” mientras que su testaferro “gestionaba” la empresa pantalla.
La versión del principal acusado de esta pieza del 'caso Taula' hace aguas por todas partes. Estarlich aportó documentación a la Fiscalía y colaboró desde el principio de la instrucción a pesar de ser “el que llevaba toda la operativa”, según dice el politoxicómano del capital.
Benavent ha declarado que obtuvo un “dinero lícito” tras recibir dinero de su padre y haber vendido tres vehículos “caros”: un Porsche Cayenne, un Mercedes CLK 220 y un Smart Brabus. El antiguo gerente de la empresa pública de la Diputación de Valencia ha contado que presentó le presentó a Estarlich a Fernando, “el que vendía el apartamento”. El tal Fernando, tal como desveló elDiario.es, es el constructor Jesús Fernando Tomás Herrero, vinculado al grupo de comunicación Tabarka Media, un antiguo proyecto mediático del zaplanismo.
Las grabaciones de Benavent, un “seguro de vida”
“Dije muchas cosas durante todos estos años, muchas cosas verdaderas y muchas falsas”, ha declarado. Al otro testaferro, Jaime Úbeda, le ha pedido disculpas “con el corazón en el alma”. “Me arrepiento de haberle hecho tanto daño”, ha dicho el 'yonqui del dinero' sobre sus abundantes confesiones ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción, responsables de las pesquisas contra los que ha cargado duramente, acusando a los agentes del instituto armado de guionizar sus declaraciones. El anterior letrado de Benavent, contra el que también ha lanzado varios dardos, estudia querellarse contra su excliente por injurias y calumnias.
El 'yonqui del dinero', en la línea que ha mantenido tras el sonado cambio de estrategia de colaboración con el Ministerio Fiscal, ha reiterado que manipuló las grabaciones que sirvieron a los investigadores para tirar del hilo y que propiciaron las más de una decena de piezas separadas que conforman el 'caso Taula'. “Las hice como seguro de vida”, ha asegurado. Grabó con un Nokia y con una grabadora “de cinta normal” a decenas de personas (algunos de los audios han pasado a la historia oral de la corrupción).
“Las manipulaba; cortaba y pegaba lo que me interesaba y, por supuesto, no sabían que se les estaba grabando, yo provoqué que hablaran de eso”, ha relatado. “Otras las eliminé, otras las dejé y otras no me dio tiempo”, ha apostillado. Olvidadas en un cajón de casa de su suegro a modo de salvavidas si las cosas se torcían, ya nunca volvieron a sus manos. “Las solicité, junto con otras cosas, cuando me divorcié y no me las entregaron”, ha lamentado. Para desgracia de Benavent y la presunta banda corrupta, las cintas acabaron en manos de la entonces diputada provincial de Esquerra Unida y actual consellera de la Generalitat Valenciana, Rosa Pérez Garijo, quien las entregó a la Fiscalía Anticorrupción.
El antiguo gerente de Imelsa ha negado que se fraccionaran contratos para la firma pantalla Temática Events y que se utilizaran fondos públicos para financiar tres campañas del PP. Sin embargo, otro empresario arrepentido que participó en la confección de facturas falsas, ha refrendado la mecánica. El hombre, con problemas de salud y una pensión de incapacidad, se ha comprometido a devolver el dinero con ayuda de sus padres y hermanos, al igual que el testaferro arrepentido José Estarlich.
“No existía ninguna caja B en el PP”
Juanjo Medina, exalcalde de Montcada y ex vicepresidente de la Diputación de Valencia con Alfonso Rus al frente de la institución provincial, también ha negado que se financiase su campaña electoral con fondos públicos de la empresa pública. Ha reconocido la relación de amistad con Vicente Betoret, cuya campaña en Vilamarxant también se financió presuntamente con fondos desviados de Imelsa. “A raíz de la apertura del 'caso Taula' dejó de tener relación conmigo y yo con él”, ha declarado Medina, quien también ha lamentado la larga instrucción de seis años. “He tenido que perder mi casa, recoger todos mis trastos y marcharme a un pequeño apartamento”, ha explicado.
La antigua mano derecha de Alfonso Rus ha declarado que “no existía ninguna caja B en el PP”, partido que figura como responsable civil en esta causa. Sobre la firma Themática Events ha asegurado que “no era ni amiga ni enemiga” de la formación conservadora. “Yo siempre he sido bastante rácano y retorcido en cuanto a los presupuestos y [el empresario Rafael García] Barat se quejaba de que yo le apretaba mucho en los presupuestos”, ha relatado.
La firma fue creada en la sombra por Benavent y otros socios provenientes de la empresa de comunicación Engloba. Finalmente García Barat se quedó con el accionariado. Marcos Benavent ha negado, a preguntas del fiscal anticorrupción Pablo Ponce, que tuviera interés en participar en la sociedad para que obtuviera contratos de la fundación en la que trabajaba antes de incorporarse a la Diputación de Valencia, tal como reconoció durante la instrucción del caso, antes de dar un brusco volantazo a su estrategia de colaboración con la justicia.