Fue el hombre con el que una generación de valencianos vio el fútbol en su lengua propia. El locutor que introdujo en el vocabulario popular expresiones como la de “el baló ha fet un ciri”. El periodista que se jugó el tipo cuando, parcialmente cubierto por el agua en un estadio Santiago Bernabéu inundado, informaba sobre la final de la Copa del Rey disputada por el Valencia en 1995 en Madrid.
También fue el profesional marginado en la televisión valenciana que se licenció en derecho para sobrellevar las horas muertas. Y, finalmente, el despedido de Canal 9 que presentó a título individual una demanda contra el gobierno valenciano por vulneración de los derechos fundamentales con el cierre de la cadena. Su iniciativa no prosperó, pero la lucha de Miquel Àngel Picornell continúa.
El periodista concurrirá a las elecciones de Gandia en un puesto de salida en las listas del PSPV-PSOE, liderado por Diana Morant. “Ante la situación actual, lo primero son las personas. No se trata de un eufemismo, es la pura realidad”, ha destacado Picornell, que ha indicado que “formar parte de la lista de los Socialistas de Gandia —un partido con más de cien años de historia que tanto ha contribuido por el Estado del bienestar del que ahora fallan algunos pilares— es una deferencia y todo un honor para mí, en una época de convulsión y difícil como la actual”.
Morant, en un comunicado, ha señalado que Picornell representa valores muy importantes, como por ejemplo su estrecha vinculación al mundo del deporte, con una especial sensibilidad hacia el deporte de base. “Picornell, la primera voz que retransmitió los deportes en Canal 9, también representa los valores que vertebran nuestra tierra. Y, como grauero, la defensa de la identidad como pueblo”, ha remarcado la candidata a la alcaldía.
Picornell no se podrá votar a sí mismo al residir en Benirredrà, un municipio cercano a Gandia. Formado en la radio de Gandia, llegó a ser jefe de deportes de RTVV, donde tuvo un papel destacado hasta 1995. A partir de ese año, con la llegada del PP al poder, su influencia en la cadena, como la de otros muchos de los profesionales que arrancaron el proyecto en 1989, comenzó a declinar.