“We Never Sleep”

En ese mismo instante, a miles de kilómetros de allí, la embajada española en Venezuela, recibe un cable codificado, dirigido al Agregado Militar. Donde de manera explícita se le ordena que busque en ese país cualquier relación con la presencia del Coletas y su banda. Y si no encuentran nada de interés… que se lo inventen… textualmente.

A la hora de comer, en el discreto reservado de uno de los restaurantes más exclusivos de la capital del reino, no el mejor pero si el más caro, un importante cargo del gobierno se dirige a varios directores de medios de comunicación afines, y en tono de confesión les dice: “estamos trabajando para neutralizar al Pokemon. Pero el gobierno, al igual que en el pasado, necesita vuestra colaboración. Y cuando digo colaboración ya sabéis a lo que me refiero”, en ese momento se atusa su abundante pelo y comienza a masticar un delicioso bocado de Carpaccio de buey con virutas de queso parmesano…>>. Quizás así comience mi novela, si algún día me diese por escribirla.

Fabular depende del folio, que es muy sufrido. La duda es saber si en nuestro país la ficción se inspira en la realidad, es un fiel reflejo, o quizás es superada por ella. Lo cierto y evidente es que en los últimos cuarenta días, en este país han cambiado muchas cosas en el ambito político, y todas o casi todas tienen mucho que ver con 1.245.948 votos a una opción llamada Podemos.

Desde ese día, pasado un tiempo donde el bipartidismo quedo grogui, se ha lanzado una ordenada y contundente ofensiva con todos los recursos que acompañan a los diferentes poderes, centrada en el líder de esta formación: un joven profesor universitario. Se le ha acusado de casi todo, excepto de la muerte de Carrero Blanco (el poder no es tonto y sabe que no se puede estirar tanto el concepto de nasciturus, es decir el concebido no nacido). Si te gusta un poco la novela negra, toda esta avalancha de descalificaciones y maniobras orquestales en la oscuridad, recuerda mucho a aquellos tiempos donde los grandes empresarios recurrían a agencias como Pinkerton para infiltrarse en organizaciones obreras, capturar obreros activistas fuera de las fábricas y que tan bien han recogido películas como “Odio en las entrañas” de Martin Ritt con Sean Connery como protagonista o novelas como “El Valle del Terror” de Arthur Conan Doyle. Estos tipos eran tan eficaces que hasta el dictador mejicano Porfirio Díaz contrato agentes de la Agencia Pinkerton para perseguir grupos de opositores en USA y Canadá.

Es curioso como el siglo XIX está tan de moda entre esta nueva derecha; su añoranza no debería quedarse solo con la situación de los derechos sociales o los “métodos” de esa época; deberían sacar también alguna enseñanza de otras muchas cosas que pasaron en aquellos tiempos. Solo como ejemplo: Porfirio Díaz, no pudo evitar que una revolución terminase con su régimen autocrático; al igual que el Agente de la Continental no ceso de limpiar Personville de matones cuando quien le contrato decidió parar la investigación y prescindir de sus servicios, en la gran novela de Dashiell Hammett “Cosecha Roja”.

De momento, La Caverna Mediática sigue encarnando el viejo lema de la Agencia Pinkerton “We Never Sleep” (“Nunca Dormimos”), lo que no saben es que nosotros hace mucho más tiempo que sufrimos el insomnio que produce la injusticia y la desigualdad. Esto se equilibra, el miedo está cambiando de bando.