Barcelona ha sido una de las áreas metropolitanas más castigadas por la pandemia del coronavirus en Catalunya. Poco a poco, la ciudad comienza a recuperar el pulso, aunque la imagen que estos días se ve en la capital catalana está lejos de aquella ciudad atiborrada de turistas antes de que estallara todo.
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, se ha asomado al balcón de Confinados para compartir con eldiario.es sus planes de desescalada. Uno de los temas por el que más han preguntado los socios y socias ha sido la movilidad y si las medidas puestas en marcha a consecuencia de la pandemia, se mantendrán en el futuro.
Colau ha afirmado que estos cambios “han venido para quedarse”. Así, ha explicado que ya había problemas “estructurales previos” como “la emergencia climática” que requerían una reducción del espacio del coche en la ciudad. De esta forma, la alcaldesa ha explicado que esta crisis “planteó la urgencia de ir mucho más rápido en esta transición”.
Para la consolidación de estos cambios, Colau ha reclamado una “ley de financiación de transporte público” impulsada a nivel estatal, ya que existe un “déficit de financiación” y además “el parón ha hecho disminuir mucho los ingresos”.
La alcaldesa de Barcelona ha sido preguntada por cómo ha visto la gestión que se ha hecho desde el Gobierno central de la pandemia. Colau ha reconocido que se han hecho “algunas cosas mejor y otras peor” y ha recordado que ella misma ha sido crítica con algunos aspectos, como con la “sobrerrepresentación de uniformes militares en las ruedas de prensa porque era una crisis sanitaria, no una guerra”.
Sin embargo, ha destacado que cree que “se ha hecho lo mejor que se ha podido” y con la intención de “proteger a la población”. Por eso ha criticado la actitud que están teniendo ciertos partidos. “La oposición de acoso y derribo que está haciendo la derecha es de vergüenza ajena, algo que no se está viendo en ningún otro país”, ha señalado.
Colau ha añadido que en su opinión,“el PP se está dejando llevar por la crispación y la actitud irresponsable de la extrema derecha” y que la formación liderada por Pablo Casado “ha movido posiciones para acercarse a Vox”.
La líder de Barcelona en Comú ha recordado que la ciudadanía, que “lo ha pasado mal en esta crisis sanitaria”, está “hartísima” y que estas “peleas en el Congreso lo que hacen es desprestigiar la institución democrática más allá de las discrepancias políticas”.
Colau ha denunciado que los discursos de la extrema derecha y sus actitudes “erosionan el respeto de la ciudadanía por las instituciones” y que esto forma parte de una “estrategia que les conviene para poder hacer maniobrismos poco democráticos”.
“Frente a la crispación, serenidad”
Para la alcaldesa de Barcelona, es importante no “aumentar polémicas” ya que estas alimentan a la extrema derecha y las consecuencias se están viendo en los gobiernos de Trump o Bolsonaro.
Por eso ha reclamado “responsabilidad” a los miembros del Gobierno y ha asegurado que “frente a la crispación, hay que mostrar serenidad, saber escuchar y pensárselo dos veces antes de entrar, aunque a veces no es fácil”.
La líder de Barcelona en Comú ve claro el intento de derrocar al gobierno de coalición, y ha recordado que “no es solo una cosa de ahora” , aludiendo a las campañas de “espionaje” puestas en marcha en su día desde “las cloacas del Estado”. Por eso, Colau cree que “el acuerdo PSOE- Unidas Podemos va a durar y debe durar por responsabilidad histórica”, para no permitir que estos grupos sigan ganando influencia o alcanzando más poder.
Unidad con los trabajadores de Nissan
Otro de los temas que afectan estos días a la ciudad de Barcelona es el anuncio del cierre de la factoría de automóviles de Nissan. “No podemos resignarnos al cierre de la industria porque da miles de puestos de trabajo”, ha asegurado la alcaldesa, que recordaba que existe “una gran tradición en el área metropólitana relacionada con la industria del automóvil ”. Colau ponía así en valor un “ecosistema” que cuenta con “trabajadores con décadas de experiencia, la tecnología y la innovación necesarias para acompañar a esa industria en la transición hacia el vehículo sostenible”.
“Nissan tiene un compromiso con los trabajadores, no puede cerrar sin más”, ha añadido. De esta forma, Colau ha asegurado que existe “unidad con los trabajadores para seguir presionando y que Nissan reconsidere esa decisión” a la vez que reflexionaba sobre las consecuencias de “un capitalismo salvaje al que hay que poner límites”.
El selfie y el zasca
Colau también ha respondido a las preguntas sobre un reciente selfie que publicó en Instagram, en la que posaba de manera relajada aludiendo a un momento de desconexión del cuidado de sus hijos.
Ante los ataques recibidos en Twitter, Colau ha asegurado que “aunque las redes sociales son una conquista que permiten hablar abiertamente y que son igualadoras a nivel de conexión, es evidente que un mal uso puede hacer mucho daño” y que en ocasiones se “premia” la cultura del “zasca”.
La alcaldesa ha reconocido que sufre estos ataques “desde hace tiempo” y en su opinión esto se debe a que hay “intereses partidistas” que “han puesto mucho dinero para pervertir las redes sociales y fomentar ciertos discursos”.
Colau ha denunciado que estos “linchamientos generan ruido” con el objetivo de que la gente piense que “todos somos iguales”. Por eso ha reivindicado que “no se puede tirar la toalla frente a los ataques”. “Si lo que quieren es intimidarme y que mida cada una de mis palabras y fotografías, no me van a domesticar. Sigo siendo la misma persona que entro en política hace 5 años, y por mucho que me organicen ataques en Twitter, no voy a dejar de ser quien soy”, ha remachado.
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