Luz y gas: ¿cuál es la diferencia entre el mercado libre y el regulado?

El Gobierno envía a las CCAA el borrador del reglamento sobre el bono social, más "eficiente" y "accesible"

Jordi Sabaté

2 de diciembre de 2018 19:35 h

¿Libre o regulado? Este antagonismo es frecuente en los medios de comunicación cuando se habla de los servicios y compañías de energía, en especial de la luz y del gas. La pregunta refiere a los dos mercados existentes y que definen cómo se nos facturará el kilovatio hora (medida de energía) en las facturas de final de mes, bi o trimensuales, dependiendo de cómo las tengamos establecidas.

Pero a pesar de que la referencia a los mercados sea recurrente, lo cierto es que según el panel de hogares de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC), en 2016 un 85% de los consumidores desconocían la diferencia entre el mercado libre y el regulado. En 2017, según el mismo panel, casi un 70% desconocía si su contrato de electricidad se regía por uno u otro mercado.

En 2018, los datos de la CNMC revelan que la cifra de “ignorantes” respecto a la pertenencia ha bajado solo tres puntos, hasta el 67%. Por otro lado, la cifra de desconocimiento respecto al contrato del gas se dispara hasta el 72,8% de los consumidores. Solo un 25% sabe que está en el mercado eléctrico regulado y un 19% en el del gas. Respecto al libre, solo el 8% en la electricidad conoce que está en él y el 7,7% en el gas. Siempre según los datos de la CNMC.

Mercado regulado

Las únicas similitudes entre ambos mercados es que los dos pagan la misma tasa según sea la potencia contratada y el IVA del 21%. Por lo demás, funcionan de manera diferente. Para empezar, el mercado regulado funciona actualmente con unos precios para el kilovatio hora fijados por la Administración, en este caso el Gobierno, que varían según la demanda que exista de energía en cada momento y entran dentro de la conocida como tarifa PVPC (precio voluntario para el pequeño consumidor).

La tarifa PVCP es diferente para cada hora del día y tiene horas pico en las que la demanda es muy alta y por tanto el precio, y horas en que es más baja, lo cual también se refleja en su coste, en especial por la noche, por ejemplo. Los actuales contadores inteligentes son capaces de medir con mucha mayor precisión estas variaciones que los anteriores, que obligaban al Gobierno a establecer precios medios estadísticos, con lo al final se asemejaba mucho a una tarifa media variable mensual.

Del mismo modo, el precio del kilovatio hora será más alto en la PVPC cuando hace mucho frío o mucho calor (invierno o verano) que cuando las temperaturas son suaves, generalmente en otoño e invierno. Estas tarifas solo pueden ser ofertadas por determinadas compañías, normalmente vinculadas a las distribuidoras, que reciben el nombre de comercializadoras de referencia, y las mismas solo las pueden ofrecer a hogares con una potencia contratada inferior a los 10 kilovatios.

Además, el mercado regulado ofrece la posibilidad de acogernos al llamado Bono Social para hogares con dificultades económicas, por el cual tendrán un descuento de hasta el 25% en la tarifa PVPC. Si ignoramos si estamos acogidos al mercado regulado y queremos descubrirlo, podemos guiarnos por la comercializadora que tenemos. Si es alguna de las siguientes es muy posible que estemos en el mercado regulado:

  • EDP comercializadora de último recurso, S.A.
  • Endesa Energía XXI S.L.
  • Terramelcor S.L.
  • CHC Comercializador de Referencia, S.L.U.
  • Viesgo Comercializadora de Referencia S.L.
  • Comercializadora Regulada, Gas & Power, S.A.
  • Iberdrola Comercialización de Último Recurso, S.A.U.
  • Empresa de Alumbrado Eléctrico de Ceuta Comercialización de Referencia, S.A.

Mercado libre

De lo contrario, es muy posible que estemos en el mercado libre, en el que el precio del kilovatio hora lo fijan las compañías comercializadoras, lo que les da mucho juego para hacer negocio, pero también, según la tarifa que escojamos, puede resultarnos a nosotros provechoso, ya que nos ahorramos los costes de los meses y horas más caras, por ejemplo un 15 de enero a las 10 de la mañana puede tener un precio por kilovatio hora espantoso.

Si no somos pequeños consumidores con capacidad de poder usar la energía en las horas más baratas, además de muy rigurosos en ello, el mercado regulado puede no sernos provechoso, aunque en el mercado libre deberemos estudiar muy bien el tipo de oferta que vamos a escoger, pues las hay muy variadas y no todas nos pueden convenir, tal como en su día te explicamos en Luz y Gas: ¿tarifa plana o cuota fija?

Por otro lado, en el mercado libre las condiciones y precios suelen variar de un año a otro, con lo que conviene leer bien la letra pequeña de los contratos, así como las contrapartidas de los supuestos descuentos que nos hagan. Adicionalmente conviene vigilar con los contratos de permanencia, que como máximo pueden ser de un año. Los comerciales de la luz que van puerta a puerta intentarán que firmemos sus contratos, pero nunca debemos hacerlo sin estar seguras y seguros.

¿Puedo pasarme del mercado libre al regulado?

Puede que tras comprobar que nuestra comercializadora no es ninguna de las del listado de arriba, deseemos pasarnos al mercado regulado. ¿Podemos hacerlo? Sí siempre que haya vencido nuestro periodo de permanencia, aunque la compañía con la que estamos puede alegar que con la renovación anual se renueva la permanencia.

Si así estuviera estipulado en nuestro contrato, sin entrar en si puede tratarse de una cláusula abusiva, deberíamos pagar la penalización o bien anunciar por carta, o por correo electrónico, que no renovaremos el siguiente año y entonces sondear a una nueva compañía para realizar el cambio. Si no media contrato de permanencia, basta con contactar con una de las compañías comercializadoras de referencia del listado de arriba para que nos dé de alta. El único requisito es que nuestra potencia contratada sea menor a 10 kilovatios.

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