Tecnología reacondicionada: ya no morimos de amor por Apple
Se decía en tiempos del tardo-franquismo que cuando la Seat estornudaba, España iba a constiparse. La frase quería significar que los malestares sociales durante la dictadura fascista se manifestaban sobre todo en los conflictos laborales del fabricante de coches, entonces primera industria del país. Del mismo modo, puede decirse que cuando Apple saca un smartphone más pequeño y barato, el SE, es que algo va mal en la industria del móvil.
Lo cierto es que el problema funciona en dos realidades: la primera es que la capacidad de sorpresa de los fabricantes de smartphones se ha visto progresivamente limitada por una asíntota que tiende a cero: ya es casi imposible sacar más provecho de la mina de innovación que estrenó la canadiense RIM con sus legendarias Blackberry -que permitían en 2003 leer el correo en el teléfono- y que explotó mejor que nadie Apple con sus iPhone.
La era dorada de los teléfonos inteligentes comienza a desvanecerse en el recuerdo y pasamos a una fase postindustrial, donde lo que prima por encima del fetichismo y del ansia de nuevas experiencias de usuario, es el utilitarismo, lo práctico. Por otro lado, la segunda realidad del problema es una crisis económica de la que no nos despegamos y que se vuelve cada día más global, afectando a grandes consumidores emergentes como China.
Móvil nuevo por 700 euros: un mercado a la baja
Estas dos realidades colisionan en un punto: se compran cada día menos móviles; sobre todo si son nuevos y cuestan de media 700 euros. Apple concluye de este bajón del consumo tecnológico que se vende demasiado caro para el común de los mortales -especialmente si son chinos, ya que en Europa el mercado lleva años estancado- y ofrece como solución el iPhone SE, con pantalla de 4 pulgadas y por 200 euros menos. ¿Se equivoca? Los números lo dirán en los próximos seis meses.
Pero es posible que el nuevo modelo sea un fracaso relativo si se confirma el crecimiento de una tendencia que ha creado un profundo malestar, no solo en Apple sino en todos los fabricantes: la compra de tecnología 'refurbished' o reacondicionada. Ambas palabras son traducciones cruzadas de un mismo concepto, a mitad de camino entre el activismo ecologista y el oportunismo comercial: la adquisición de móviles de segunda mano, su reparación y finalmente su reventa desde una página web con una garantía mínima y un IVA del 0%.
Se trata de un mercado que, según la consultora Gartner, pasará entre 2014 y 2017 de facturar 6.000 millones de euros a superar los 12.000. Es decir, este sector crecerá más del 100%, pasando a colocar 120 millones de unidades reacondicionadas anuales para el inicio de 2018. Gartner calcula que el 64% de los móviles circulantes se reciclarán comercialmente, ya sea por compra venta o por reparación de un componente averiado en una tienda de segunda mano.
Presentes en los grandes comercios digitales
En buena parte del Primer Mundo, sobre todo en Occidente, la venta de tecnología reacondicionada, en sus diversas variantes, ya es una tendencia establecida, incluso adoptada por importantes comercios en línea como Amazon
, AliExpress o eBay
. También por algunos fabricantes, como es el caso de Apple en España -aunque no con el iPhone- o en la India.
En España su arranque va comparativamente lento, aunque comienza a hacerse presente en tiendas como Phone House. O bien por parte de las propias operadoras para reciclar material que les ha sido devuelto, como hace Simyo en su outlet para clientes. Todos estos negocios ofrecen diversas versiones de lo que entienden por 'reacondicionado', que incluyen desde lo que se conoce como 'kilómetro cero' a lo 'como nuevo', 'casi nuevo', 'en buen estado', 'puesto a nuevo', etc.
Amazon tiene una completa explicación de qué corresponde a cada estado del producto: caben desde simples rasguños en la superficie del artículo a un mal empaquetado en el envío o directamente defectos de fábrica que son reparados, amén de posibles comercios que vendan productos de segunda mano en este canal.
Este mercado digital responde solo por los productos que comercializa directamente, con descuentos progresivos, que pueden alcanzar el 50%, y tienen hasta un año de garantía. Y lo mismo hace Apple con los ordenadores, iPod e iPad reacondicionados que comercializa en España, aunque sus descuentos son mucho menores, sobre el 15% como máximo. En este saco pueden entrar desde productos que estaban en exposición -los llamados 'kilómetro cero'- a otros intercambiados en un plan renove o rotos.
Apple certifica la reparación de todos ellos y los vende con la garantía de un año. Sin embargo, aunque con ello cumple con la ley, lo cierto es que es la misma garantía que ofrece para sus productos nuevos -un año al margen de las leyes españolas- y que el descuento del 15% no se ve compensado con la aplicación de IVA sobre un producto que podría, por ley, tener un IVA del 0%.
Pioneros y activistas
Otro enfoque diferente es el de los proyectos que en origen tuvieron como objetivo el evitar la acumulación de desperdicio tecnológico y a la vez proclamar su pasión por determinadas marcas. Es el caso de la web de reventa de productos Apple Manzanasusadas.com, creada en 2013 por varios emprendedores asturianos y que supuso el inicio de la reutilización comercial más o menos sistemática de los productos tecnológicos en el Estado.
De todos modos, el negocio de esta plataforma no es la tecnología 'furbished', sino ejercer de intermediario entre personas que quieren vender un artículo Apple y otras dispuestas a comprarlo, pujando en función de las condiciones y asumiendo riesgos y reparaciones, al más puro estilo eBay. En el negocio de este sitio no existen más garantías que las que tuviera el producto nuevo, puesto que se trata de un intercambio entre particulares y Manzanasusadas.com se queda una comisión.
En cambio, la plataforma francesa Back Market sí tiene como objetivo de explotación de la tecnología 'furbished', en especial de móviles y tabletas de Apple, Samsung, LG, HTC o Sony. Back Market, recientemente establecida en España, asegura tener un catálogo de 40.000 artículos en exposición entre sus páginas de Francia, Alemania, Suiza y España. Además, tiene como lema “la lucha contra la obsolescencia programada y la basura electrónica”. Dos problemas que, subrayan sus fundadores, aquejan a numerosos artículos tecnológicos.
Más allá de las posturas ideológicas, el negocio de Back Market consiste en comprar los aparatos tanto a tiendas, donde estaban en exposición, como a empresas que renuevan sus equipos, y enviarlos a talleres de reparación para que los reacondicionen con un mínimo de garantías. Después los venden a precios bastante ventajosos, aunque con una garantía reducida a seis meses.
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