El error que muchos cometemos al sacar la ropa limpia de la lavadora

Lavar la ropa es una de las tareas más comunes del hogar. Pero, aunque tengamos el proceso muy interiorizado, hay muchos errores que perduran: uno de los principales es el de no airear la ropa tras el lavado. Colgar la ropa inmediatamente después no siempre es posible, aunque al dejarla de cierta manera en nuestro electrodoméstico, podríamos estar cometiendo un error que podría perjudicar tanto a las prendas como a nuestra salud.

Errores al sacar la ropa limpia

Pese a que pueda parecer que tras dividir las prendas que se van a lavar, seleccionar el programa y poner en marcha la lavadora el trabajo ya está hecho, no es así: aún hay riesgo de cometer una gran equivocación. Una vez haya finalizado el programa de la lavadora, es recomendable colgar la ropa lo antes posible, para que esta se seque más rápidamente y no adquiera malos olores.

Por falta de tiempo, mucha gente comete el error de dejar la lavadora tal y como está hasta que tenga tiempo de sacar la ropa para tenderla. No obstante, esto podría ocasionar la formación de malos olores, bacterias y moho en la ropa recién limpia, además de afectar a la vida útil de tu electrodoméstico.

De esta manera, pese a que no haya tiempo suficiente para colgar la ropa, es recomendable dejar la puerta de la lavadora abierta siempre, nada más termine el programa escogido. Así, será sencillo evitar el desgaste de las juntas de goma y el tambor, a la vez que protegemos la higiene de nuestras prendas.

Por qué dejar la lavadora cerrada después de un programa es malo

Tras poner una lavadora, es recomendable colgar la ropa o meterla a la secadora lo antes posible, aunque esto muchas veces no se cumple. Dejar la lavadora cerrada con la ropa recién limpia es fatal para las prendas, ya que, el ambiente húmedo del interior del tambor sumado, al hermetismo del electrodoméstico, son el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de microorganismos.

No es el único motivo por el que dejar la lavadora cerrada es poco recomendable. Dejar cerrado el electrodoméstico también puede suponer olores desagradables. La acumulación de moho y bacterias puede neutralizar el efecto de jabones y detergentes, eliminando los aromas de limpieza y dejando la ropa maloliente tras el lavado.

Esto no solo afecta al ciclo de lavado que se deja con la tapa cerrada, sino que los malos olores pueden mantenerse incluso durante uno o más de los próximos lavados, afectando no solo a la colada actual, sino al resto de programas.

Las lavadoras, como cualquier otro electrodoméstico, requieren de cuidados y revisiones cada cierto tiempo. Esto no solo contribuye al correcto funcionamiento de la misma, sino también a prolongar su vida útil durante el mayor tiempo posible. Dejar la puerta de la lavadora cerrada después de un lavado favorece la acumulación de moho y residuos en las partes internas, como el filtro o la goma, afectando gravemente a su funcionamiento y a su duración estimada.

Otras maneras de evitar el desgaste de la lavadora

Abrir la puerta de la lavadora tras un programa es una gran manera de contribuir al correcto funcionamiento del electrodoméstico. Sin embargo, no es el único, para que este resista durante el mayor tiempo posible, es necesario llevar a cabo otros métodos de conservación.

Así, uno de ellos es el de mantener una limpieza regular. Pese a que pueda parecer que la lavadora está siempre limpia —ya que sirve para limpiar nuestras prendas—, lo cierto es que el electrodoméstico acumula mucha suciedad proveniente de toda la ropa que lava.

Por ello, es recomendable limpiar el tambor y las juntas de goma de manera frecuente para eliminar cualquier resto de humedad, residuos y bacterias o detergente. Además, algunas lavadoras tienen ciclos de autolimpieza que resulta muy útil para mantener al electrodoméstico en buen estado.

Organiza los ciclos de autolavado mientras el resto de la ropa esté secando para asegurarte de que tu lavadora está limpia y prolonga su vida útil durante el mayor tiempo posible.

Otro de los errores más comunes y que contribuyen a la acumulación de restos y residuos es el uso excesivo de detergente. Su uso excesivo es contraproducente, ya que podría facilitar la acumulación de restos en diferentes zonas. Algunas de las desventajas de utilizar excesivo detergente son:

  • Acumulación de restos en la ropa.
  • Olores desagradables en las prendas.
  • Daños en las fibras de los tejidos.
  • Riesgo de irritación cutánea.
  • Problemas para la lavadora -como formación de demasiada espuma o restos de detergente en las gomas y filtros-.