Foodies felinos: ¿qué debería comer mi gato, pienso o latas?
A primera vista, parece una decisión sencilla. Al fin y al cabo, es “solo” comida para gatos. Pero una parada en el pasillo de alimentación felina de tu veterinario, del supermercado o de la tienda para animales basta para desmontar, y que le asalten las dudas, al más duro de los humanos. Las opciones son interminables: un sinfín de paquetes de croquetas, trocitos de carne en todo tipo de salsas y hasta un mousse que promete encandilar a los foodies felinos más exigentes.
El panorama se antoja descorazonador. Uno de cada veinte compraremos la comida felina más barata o que esté de oferta, y el 64% de los humanos con gato reconoce desconocer qué debe buscar en el alimento para su felino, según un estudio de la marca de alimentos de gama alta para gatos Lily's Kitchen.
La veterinaria María Ángeles Casado, especializada en mininos, da la primera pista para acertar: “Lo más importante es buscar una alimentación que sea completa; es decir, que proporcione todos los nutrientes que tu gato necesita, excepto el agua”. Este tipo de alimentos está pensado para ser la dieta fundamental de tu minino. Asegúrate de que la palabra “completa” figura en el paquete.
Por el contrario, una alimentación “complementaria” no será completa ni equilibrada desde el punto de vista nutricional. Un ejemplo: los premios y galletas para gatos. Tu felino no debe atiborrarse de ellas, y solo pueden constituir el 10% de su dieta. Aquí no acaba todo. Además, hay alimentos específicos por edades gatunas, según su estilo de vida (por ejemplo, alimentos para gatos caseros o esterilizados, menos calóricos) e incluso contra las bolas de pelo.
Sabes qué edad tiene tu gato (al menos, aproximada) y cómo vive, así que la siguiente pregunta que nos asalta es si escoger una alimentación húmeda (latitas) o seca (bolitas de pienso). O si lo saludable es una combinación de las dos.
Comida húmeda para gatos
Todos los gatos, desde tu saquito de ronroneos hasta el tigretón más grande, requieren una gran cantidad de proteína animal en su dieta. El motivo: las proteínas vegetales carecen de ciertos aminoácidos, como la taurina, que tu gatete necesita, pero otros mamíferos (nosotros incluidos) no. El ancestro salvaje de tu minino, el gato africano Felis silvestris lybica, ha marcado de otros modos su alimentación: su origen geográfico es árido, de modo que al tomar alimentos bajos en humedad su cuerpo reacciona concentrando su orina (la diluye menos), en lugar de solicitar más agua para compensar la sequedad.
De hecho, los felinos salvajes ingieren la mayor parte del agua a través de la dieta, con alimentos como la carne, ricos en humedad. “Del mismo modo, las latitas pueden ayudar a que tu gato tome el agua que necesita”, dice Casado. La razón: la comida húmeda, como mousse, patés y trozos de carne en distintas salsas o gelatinas, incluye mucha más agua que el pienso: en torno al 60%, frente al escaso 14% de humedad de las croquetas.
No existen estudios concluyentes que confirmen que el pienso, a la larga, cause deshidratación en los gatos. Pero sí investigadores veterinarios que sugieren que una dieta húmeda puede ayudar, por ejemplo, a prevenir enfermedades urinarias, tan frecuentes como dolorosas. Puesto que su orina saldrá más diluida, favorece el funcionamiento de su tracto urinario; y podría reducir los compuestos que inflaman la vejiga. Por su alto contenido en agua, también facilitan que tu amigo acuda al urinario felino, y aleja el estreñimiento.
Hay más: en contra de lo que a veces se piensa, las latitas pueden ayudar a que tu minino no engorde. Ya que el agua no aporta calorías al alimento, las opciones húmedas, en general, tienen una densidad energética menor que las croquetas. Según International Cat Care, entidad felina referente en Europa con división veterinaria y de comportamiento felino, mientras que una ración de pienso típica aporta entre 3 y 4 kilocalorías por cada gramo (kcal/g), una lata de mousse para gatitos añade entre 0,8 y 1,5 kcal/g; menos incluso en algunos productos de control de peso.
Comida seca
A favor de las bolitas para gatos: son más baratas y fáciles de almacenar. Además, las croquetas resultan más fáciles de usar en los gatopuzles y otros dispensadores, que le hacen trabajar para comer a la vez que estimulan su mente felina. Incluso pueden tener beneficios para la boca de tu minino: aunque la mejor forma de cuidar su boca sea lavar los dientes a tu gato, hay algunos alimentos secos formulados para prevenir la aparición de sarro o frenar la acumulación de placa. Ojo: no vale cualquier pienso.
Conclusión: tanto la comida seca como la húmeda tienen sus pros y sus contras. Si bien las latitas suelen costar más y se secan a la media hora de abrirlas, también ayudan a tu saco de ronroneos a mantener un peso saludable. Eso, claro, si no se atiborra. Por su parte, las croquetas se almacenan mejor, y pueden proporcionar calorías valiosas a un gatito delgado. Además, son más fáciles de usar en los puzles de comida felinos.
Por eso, International Cat Care recomienda combinarlas: así tu gatete disfrutará de los beneficios de ambos tipos de alimentos. Con una dieta bien formulada, control de raciones ajustadas a su actividad y juegos diarios, todo ello bien supervisado por tu veterinario, tu minino se relamerá los bigotes del modo más saludable. Y tú sacarás pecho la próxima vez que te enfrentes al estante de la comida felina.
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