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Seis ideas para usar la bolsa azul de Ikea y ahorrar dinero

Eva San Martín

9 de enero de 2022 21:46 h

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Es enorme, azul, resistente y una de las debilidades de las redes sociales, a juzgar por el número de usos que ha encontrado a lo largo y ancho del ciberespacio. Puede que no la conozcamos por su nombre, pero la icónica bolsa azul Frakta de Ikea aterrizó en el mundo hace casi 30 años. Y, sea por su precio (0,75 euros), su tamaño generoso o por su resistencia (o, seguramente, por una combinación de todo esto) la bolsa azul de Ikea parece haberse convertido en uno de grandes hallazgos de Internet.

En teoría nos vale cualquier bolsa de rafia; pero las redes sociales se rinden al encanto de la emblemática bolsa sueca. Por eso, hemos rastreado Internet en busca de ideas prácticas y originales para sacar partido a la icónica bolsa, y, también, para ahorrarnos dinero en el camino. 

Las ideas van desde hacernos unos maceteros gigantes para la terraza o fabricarnos un delantal impermeable muy sufrido, hasta utilizarla de forma muy práctica, para mudanzas o para hacer la colada. 

1. Lavar la ropa: resiste lo que le eches (y es más barata)

Puede que no suene como el uso más excitante del mundo, pero la bolsa azul de Ikea resulta muy útil los días de colada, para transportar la ropa sucia hasta la lavadora y, una vez limpia y mojada, hasta el tendedero. Hay más: como el fondo de la bolsa es plano, también resulta muy útil para llevar la ropa limpia y planchada de vuelta al armario.

No es casualidad: esta bolsa tiene unas dimensiones más que generosas, de 55 centímetros (cm) de longitud, por 37 cm de fondo y 35 cm de alto. Es ligera: tanto el cuerpo como sus tiradores están hechos de polipropileno. Y, resistente: permite mover hasta 25 kilogramos (kg) de peso. Unas cualidades que la han convertido en una de las bolsas de la colada preferidas. 

También es más barata: la bolsa azul nos sale por 0,75 céntimos, mientras que una bolsa o cesto de colada similar bien puede costarnos unos 10 euros. [Hace un tiempo respondimos a la pregunta: bolsa de plástico, de papel o de tela: ¿cuál es (de verdad) más sostenible?]

2. Bolsas de cultivo para empezar una huerta en la terraza (casi gratis)

Montar una huerta urbana en la terraza puede salirnos por un pico; sobre todo, si tenemos que invertir en macetas grandes donde, por ejemplo, cultivar tomates este año. ¡Pero aquí viene la bolsa azul de Ikea al rescate!

No es broma: las bolsas de cultivo son tendencia porque son ligeras y, al tener asas, nos facilitan la tarea de mover las plantas en caso de necesitarlo. Pero, una bolsa de cultivo de las características de la bolsa de Ikea, puede costarnos, fácilmente, unos 17 euros. La buena noticia: no necesitamos pagar tanto, porque la bolsa azul no llega al euro.

Para transformar la bolsa de Ikea en una bolsa de cultivo muy barata solo hay que hacer unos agujeros en el fondo, para permitir que drene el agua, y llenarla de compost casero o comprado. Y ya tenemos los maceteros. Para mejorar el drenaje, conviene colocar la bolsa maceta encima de unos palés, para que salga el agua sin quedarse encharcada. ¡Y lista!

3. Ayuda en las mudanzas

Una mudanza puede resultar física y emocionalmente agotadora; pero estas bolsas todoterreno pueden hacernos la experiencia un poco más llevadera; y también más barata. Bien sea para transportar libros, zapatos o ropa, la bolsa azul parece estar hecha para ahorrarnos viajes (podemos cargarlas bastante) y también alguna factura del fisioterapeuta, porque resulta sorprendentemente ergonómica.

4. Bolsa azul de Ikea para separar los residuos

Otro de los destinos clásicos y prácticos de la bolsa azul: ayudarnos a separar los residuos. Puesto que se limpia bien, y pesa poco, permite almacenar todos esos envases o cartones, y también llevarlos hasta su contenedor para el reciclaje.

5. Para guardar la ropa de temporada

Una vez que damos la estación por terminada, y toca hacer sitio en el armario para la nueva temporada, podemos recurrir a estas bolsas para guardar ropa y zapatos. Una vez llenas, basta con anudar las asas para mantener todo limpio. Y nos sale a mitad de precio que una similar diseñada para esta tarea.

6. O saca tu lado creativo con la bolsa azul de Ikea

Las redes sociales están llenas de ideas curiosas para transformar esta bolsa tan resistente en todo tipo de accesorios. Desde un práctico delantal, aprovechando las asas como tirantes, hasta unas sorprendentes botas impermeables azules hechas con la ubicua Frakta, y aprovechando la suela de unas botas de plástico o similar que ya tengamos.

Hay más: también hay quien se ha construido un gorro impermeable con la bolsa, y hasta una riñonera todoterreno.

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