La Academia Sueca ha anunciado este viernes en un comunicado que la entrega del Premio Nobel de Literatura de 2018 ha sido pospuesta con la intención de otorgarlo en 2019. La decisión llega a raíz del escándalo de abusos sexuales que rodea a Jean-Claude Arnault, el prestigioso director artístico relacionado con la institución y que ha sido acusado por 18 mujeres de vejaciones y abusos.
Entre los motivos que alega la Academia para no entregar el Nobel, está que consideran que el premio no será “percibido como creíble” y creen que así podrán salvaguardar la reputación de la distinción “a largo plazo”.
“En principio el Premio Nobel se otorga cada año, pero la elección de los premios se han pospuesto en varias ocasiones durante la historia”, informa la institución. La decisión no tiene precedentes desde el año 1943, cuando también se aplazó la entrega del galardón por la Segunda Guerra Mundial.
Según la nota publicada por el centro, “nada de esto afecta la concesión de los Premios Nobel 2018 en otras categorías de premios”, como puede ser el Nobel de Medicina o el Nobel de la Paz, para el que recientemente ha sido propuesto como candidato el presidente de EEUU, Donald Trump.
Despidos y renuncias para “restablecer” la credibilidad
La Fundación Nobel fue creada en 1900 para cumplir con la última voluntad del creador de la dinamita, Alfred Nobel, supone que este periodo servirá a la Academia Sueca para “poner todos sus esfuerzos en la tarea de restablecer su credibilidad como institución” y que “informará de las acciones concretas que emprendan”.
De hecho, Sara Danius, la portavoz del Nobel de Literatura tras estallar el caso de los abusos sexuales, renunció a su puesto de manera forzada el pasado mes de abril. Y aunque en un principio no quiso dar detalles de su salida, posteriormente el director de la Academia, Anders Olsson, confirmó que lo habían decidido “con la esperanza de que la Academia Sueca sobreviva como institución” y aseguró que no se ha discutido quién puede suceder a Danius en el cargo.
Además, poco antes de la noticia de la portavoz, tres miembros también renunciaron a su puesto vitalicio. “La Academia ha tenido desde hace tiempo problemas serios y ahora intenta resolverlos anteponiendo oscuras consideraciones a sus reglas”, decía Klas Östergren, uno de los escritores en abandonar el organismo, al periódico Svenska Dagbladet.
A Östergren se unieron Kjell Espmark y Peter Englund, todos, según televisión sueca SVT, porque no lograron Katarina Frostenson, miembro de la Academia desde 1992 y esposa del personaje central de la polémica por vejaciones y abusos: el prestigioso director artístico Jean-Claude Arnault.
Debido a las últimas salidas, solo 11 de los 18 asientos de la Academia están ocupados, ya que dos autoras boicotean a la institución por otros motivos desde hace años, lo que según los estatutos de la institución no permitiría elegir a nuevos miembros. La renuncia al asiento es, no obstante, una decisión simbólica, ya que la elección es de por vida, aunque se puede optar por no participar ni en sus actividades ni en sus votaciones.