El dibujante Quino, Premio Príncipe de Asturias
El humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado “Quino”, de 81 años y creador de Mafalda, ha sido galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014.
Su nena ha hecho perder la cabeza a genios modernos de la talla de Umberto Eco, Gabriel García Márquez y Mario Benedetti. Una heroína infantil que desde el áspero papel del periódico Primera Plana clamaba por la protección de la infancia y el no a la guerra. Una hippie disfrazada de inocencia, una rebelde miniatura, una mocosa contestataria que ha robado corazones desde hace cincuenta años. Y ahora, este galardón le llega en plena celebración del 50 aniversario de la creación del popular cómic, que ha sido traducido a más de 30 idiomas y llevado al cine y la televisión.
En el acta del jurado han destacado su “valor universal y el respeto de su creador por los derechos humanos”. Quino se ha impuesto de esta manera sobre los 21 candidatos restantes, entre los que sonaban nombres conocidos mundialmente. Destacaban el creador de la series El ala oeste de la Casa Blanca y The Newsroom, Aaron Sorkin, el filósofo sevillano Emilio Lledó, el biólogo español asentado en Estados Unidos Francisco José Ayala, además del sistema de comunicación por internet Skype, la agencia Magnum de fotografía y el periodista y escritor norteamericano Gay Talese.
La Quinoterapia
“Después de leer a Mafalda me di cuenta de que lo que te aproxima más a la felicidad es la 'Quinoterapia'”, decía el recordado Gabriel García Márquez. Y es que los ámbitos conquistados por su dibujito, desde que empezase como un logotipo de una empresa de electrodomésticos en 1962, no entendían de disciplinas ni geografías. Porque Mafalda sirve tanto a los que vivieron en la Argentina de los sesenta, como a los que la leen en este mismo instante al otro lado del Atlántico.
La Quinoterapia se extendió como la pólvora por todo el mundo, en gran parte gracias a los traductores de la obra. Por ejemplo en Italia, los mafaldólogos simpatizaron gracias a la mano del filósofo Umberto Eco, quien la definía como “una heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es, reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo del universo adulterado por los padres”
La faceta más oscura
Pero según el dibujante es un trozo de papel que suda tinta y que le salió excepcionalmente bien. Y en 1973 -debido a su “falta de ideas”- decidió poner fin a sus aventuras, pese a haber opinado de todo durante décadas con su humor ácido escondido tras la candidez infantil. Pero Mafalda no caduca, y desde que el pasado mes fuese reconocida como el estandarte del Día del Libro, sus viñetas han inspirado actos especiales en defensa de los derechos de los niños y de la paz mundial.
Pero hay Joaquín Salvador más allá de lo que conocemos, porque después de abandonar su etapa mafaldista se implicó con un humor mucho más oscuro y adulto. Reconocemos su nueva faceta en serie de libros como ¡Qué presente impresentable!, La aventura de comer y ¿Quién anda ahí?.
Este galardón se sumará a la estantería del dibujante junto a muchos otros premios recibidos desde todos los rincones del globo: los dos Konex de Platino de Artes Visuales-Humor Gráfico y el Konex Especial, la Legión de Honor de la República Francesa, el de Humorista Gráfico del Año del Salón Internacional de Montreal, el Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos y el Romics de Oro.