“Si se confirman las nuevas deducciones fiscales al cine ya puedo olvidarme de poder rodar World War Z 2 en España. Debe tratarse de un error”, ha señalado el cineasta elegido por Brad Pitt para dirigir la segunda parte de su taquillero “thriller” apocalíptico, y distinguido el año pasado con el Premio Nacional de Cinematografía.
La noticia ha desatado la ira del sector: después de un año y medio de negociaciones, el Gobierno anunció ayer una subida de las desgravaciones fiscales del 18 % actual al 20 %, un porcentaje alejado de la horquilla del 25 % al 30 % que los productores daban por sentada.
Enrique López Lavigne, coproductor de Lo Imposible, de World War Z y de otros proyectos internacionales como Un monstruo viene a verme, también de Bayona, y Legión, de Nacho Cerdá, cree que la decisión del Gobierno “deja pocas opciones” a sus socios.
En un artículo publicado en el diario El Mundo, López Lavigne ha subrayado que es “imposible” atraer rodajes extranjeros y competir en un mercado global con un porcentaje de desgravaciones inferior al 30 %. “Lejos de compensar la subida del IVA cultural, este nuevo mazazo contribuye a la sensación de hipermetropía en la lectura de un sector abandonado ya a su suerte”, opina.