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Los títulos más calientes del Festival de San Sebastián

La modelo Agyness Deyn es la protagonista de 'Sunset Song'

Pedro Moral Martín

Sundance, Berlín, Toronto y Cannes. Septiembre es el mes festivalero por excelencia del panorama cinematográfico, una maratón que comienza con Venecia y continúa con Telluride, Toronto y por fin, San Sebastián. El festival español se nutre de una interesante mezcla de títulos que llegan desde todos los rincones del mundo. Los programadores juguetean con todos los géneros posibles para ofrecer al público una variedad de películas que van desde taquillazos asegurados, futuras galardonadas de la temporada de premios, irremediables obras de culto, el mejor cine independiente y también, claro, alguna que otra propuesta aburridísima y fuera de lugar.

Lo mejor de Zinemaldia es que al ser uno de los últimos festivales del año puede reunir en la sección de Perlas las películas más importantes del resto de festivales. Lo peor es que su fatigosa responsabilidad como ventana europea para el cine latino le ha impedido en numerosas ocasiones premiar verdaderas (y a veces desconocidas) joyas cinematográficas. Esta 63 edición del Festival de San Sebastián pinta demasiado bien como para cometer injusticias de este tipo. Por ejemplo.

La sensibilidad de Terence Davies y la mala baba de Ben Wheatley

En 2011 el realizador británico compitió con The Deep Blue Sea y, aunque no ganó, todos recuerdan el papelón de Rachel Weisz. Ahora regresa con una tragedia de tintes épicos, un drama romántico ambientado a comienzos de la Gran Guerra. Sunset Song se basa en la importante novela escocesa de Lewis Grassic, y presenta la durísima vida de una joven agricultora del noreste de Escocia a principios del siglo XX. Los protagonistas son la modelo Agyness Deyn y ese actor salvaje y con olor a pinta de cerveza llamado Peter Mullan.

También en sección oficial se presenta High-Rise de Ben Wheatley, un provocador que agitó a la crítica con su película de culto Down Terrace, una magnífica comedia negra donde brillaba el thriller y donde también había hueco para el cine social. High Rise, protagonizada por Tom Hiddleston, retrata la vida de un edificio donde parece existir la sociedad ideal. Si esta película es la mitad de negra que su anterior cinta, Turistas, podría hacer que La semilla del diablo parezca Sonrisas y Lágrimas 2.

El próximo cine americano

En Zinemaldia se podrá ver Freeheld, de Peter Sollett, un esperado drama sobre la homosexualidad basado en hechos reales que protagonizan Julianne Moore y Ellen Page. Es un plato fuerte, y no solo del festival, sino también de la temporada de premios. ¿Julian Moore interpretando a una mujer homosexual con cáncer que lucha para que le permitan dejar su pensión a su pareja de hecho? Huele a una de las interpretaciones del año. Huele a Oscar.

En Perlas está Anomalisa, rodada en stop motion por Charlie Kaufman, que es uno de los guionistas vivos más originales, y Duke Johnson. Viene de ganar el Gran Premio del Jurado en Venencia y en ella se retratan los temas candentes del cine de Kaufman, una comedia deprimente en la que un motivador personal lucha contra su incapacidad de conectar con otras personas. También se podrá ver la esperadísima interpretación de Johnny Depp como Jimmy Bulguer en Black Mas y Sicario de Denis Villeneuve, el hombre detrás de la magnífica Incendies y actual responsable de la secuela de Blade Runner.

La vida de estos chicos

Esta edición de Zinemaldía llega repleta de historias de iniciación. La de Reinaldo, una cinta de Agustí Villaronga que va de cine social, ternura y mucho (mucho) sexo y se titula El Rey de la Habana. La de Ari, un chaval de 16 años que tendrá que lidiar con la difícil relación con su padre y unos cambiados amigos de la infancia en Sparrows. Y la de Félix en The Demons, un chico de diez años que le tiene miedo a todo, al divorcio de sus padres, a los maniacos, a los vecinos, al SIDA. Tres propuestas muy atractivas que competirán por la Concha de Oro.

La animación se abre paso (todavía más)

Esta será la primera edición del festival que recoge en su sección oficial una película de animación japonesa. Es el caso de The boy and the beast, un filme de aventuras donde un niño cruza al mundo imaginario y se hace amigo de una especie de criatura que se convierte en su guía espiritual, es bastante probable que el nombre de Hayao Miyazaki esté muy presente durante la proyección. En Perlas, el festival ha recogido The Assassin, presentada a los Oscar por Taiwan y ganadora del premio al Mejor Director en Cannes, Mountains may depart, la última película de Jia Zhang-Ke, el director de Un toque de violencia y el siempre imprescindible Hirokazu Koreeda que presenta el drama familiar Our Little Sister.

Cine en español

Si el año pasado fue el de Magical Girl y Loreak encandilaron a todos los asistentes del festival y hoy pujan para representar a España en los Oscar. Este año la presencia del cine español y latino vuelve a ser abrumadora. Destaca el regreso de Alejandro Amenábar con Regression, seleccionada como película de inauguración fuera de concurso. El director ha vuelto al thriller de misterio, lo que mejor se le da. Un extraño caso, un detective perseverante, satanismo… Amenabar declara que se ha basado en el cine de los 70 para encontrar el tono de su película. ¿Quizá le empieza a seducir la serie B?

También estrena Cesc Gay una película donde el cáncer obliga a dos amigos a despedirse para siempre, Ricardo Darín y Javier Cámara. Si Gay sigue en su línea, predecimos una película repleta de diálogos inteligentes, realistas y, sobre todo, muy negros. Por otro lado veremos lo último de Alex de la Iglesia, que no se quedó contento con su pequeño homenaje a Raphael en Balada Triste de Trompeta y por eso le ha convertido en un auténtico tirano en su última película, Mi gran noche.

Es difícil saber qué esperar del director vasco pero sin duda merece la pena averiguarlo. La novia, que está basada en Las bodas de sangre y dirigida por Pilar Ortiz, se presenta en la sección de Zabaltegi. El tráiler muestra un lirismo abrumador, probablemente sea una de las sorpresas del Festival.

De Sundance, Berlín y Cannes

De Sundance podremos ver su ganadora (mejor película y premio del público) Yo, él y Raquel. De Berlín nos llega Taxi Teheran del interesante director Jafar Panahi, otro lienzo sobre la sociedad iraní cuya distribución no ha sido autorizada por El Ministerio de Orientación Islámica de su país. La película de Panahi ganó el Oso de oro y el de plata se lo llevó El club, lo último de Pablo Larraín, que también se podrá ver en San Sebastián.

Y de Cannes nos llega Son of Saul, la película que ya han catalogado como la más veraz y honesta jamás realizada sobre el holocausto, según el crítico Luis Martínez estaríamos ante “una obra maestra incuestionable que duele, arrasa y abre los ojos”. El hype está por las nubes. Veremos si sobrevive a San Sebastián.

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