Los estragos de la pandemia en la cultura dejaron al sector sin un 60% de público en 2021
Habrá que esperar un año para tener información completa que permita valorar si la cultura ha zozobrado con la pandemia o no. Por ahora, la Fundación SGAE ha aportado cómo ha reaccionado el público ante los eventos culturales que tuvieron lugar en el segundo año de pandemia, todavía con restricciones. La photo finish de 2021 es la de un año que llega renqueante a la meta, con un 60% de pérdidas en público y recaudación respecto a tiempos prepandémicos (2019).
“El miedo del sector era que la crisis fuera larga y sostenida en el tiempo, como la de 2008, y que supusiera un abandono de agentes del sector”, ha valorado Rubén Rodríguez, director de la Fundación SGAE en la presentación del Anuario. “No es momento de echar las campanas al vuelo, hay que ver qué pasa en 2022 y 2023 pero tanto por la implicación de los poderes públicos como las piruetas que ha hecho el sector para asumir los recortes y cumplir con las restricciones, así como la colaboración público-privada para no perder el tejido, se podría decir que los daños estructurales no son tan grandes como en la anterior crisis”, ha añadido.
En 2021 se volvieron a abrir las taquillas de los espectáculos en vivo, exceptuando las de los grandes festivales. Gracias a eso, aquellos recuperan aproximadamente la mitad de lo que habían perdido en 2020. Las artes escénicas (teatro, danza y circo) están viviendo una recuperación difícil. En 2021, ofertaron un 28% menos de espectáculos, y estos fueron disfrutados por un 59,5% menos de espectadores, con una lógica bajada proporcional de la recaudación; la restricción de aforos para imponer una distancia entre las personas que frenara los contagios explica porqué la reducción de espectadores y recaudación es el doble que la del número de espectáculos.
El teatro ha conseguido recuperar en un 64,2% los espectadores respecto a 2020, y la danza, el sector más frágil, el 78,8% de los espectadores respecto el año de pandemia.
En la música popular, los conciertos se recuperaron un 40% respecto a 2020 (con un 59,4% en la asistencia y un 49,5% en la recaudación). Es notoria la ausencia de los festivales, que siguiendo retrasándose hasta 2022. Y en la clásica, los conciertos aumentaron un 38,8% respecto a 2020 (con un 45,2% en el número de espectadores y un 38,8% en la recaudación).
Las salas de cine, uno de los lugares de cultura más perjudicados, consiguieron recuperar un 45% de las sesiones, un 56% más de público y un 52% más de recaudación que en 2020.
Consumir sin salir de casa
Un consumo cultural cuya tendencia al crecimiento no se ha roto es la de la música grabada. Aquí la SGAE traslada datos de Promusicae, que indican que el mercado de venta de copias físicas se incrementó en 2021 (respecto a 2020) en un 15,4% y el de la música digital, un 16,3%. El madrileño, de C. Tangana, es el disco más vendido el año pasado, seguido de Mis manos de Camilo y Future Nostalgia de Dua Lipa.
Es un pico para las ventas de música grabada en la última década aunque, por supuesto, se manejan cifras muy distantes del anterior paradigma de la industria músical, que giraba alrededor del disco, antes de que estallara la piratería y llegara el streaming. Comparar las cifras de hoy con aquellas es, para el director de la Fundación, más un “ejercicio de nostalgia” que un indicador de utilidad.
De hecho, el indicador de consumo de streaming es uno de los observados más de cerca por los profesionales del sector, pues es el que ha configurado este nuevo modelo. El streaming produjo unos ingresos en España, tanto por suscripciones como por publicidad, de 297,45 millones de euros en 2021. Esto supone ya el 98% del mercado.
El mercado físico se compone de cedés y discos de vinilo. El cedé vende un 58,7%, un nivel estabilizado respecto a 2020, pero en cambio el vinilo no para de crecer, acaparando un 40% del mercado de la música grabada: 25,46 millones de euros de recaudación. “Un mercado en auge y desarrollo”, ha recalcado Rodríguez, “que permite la superviviencia de tiendas de discos en localidades y barrios que permiten la relación diferente con el público que el que se da con las plataformas, se complementan”.
Mientras el streaming sube, las descargas digitales siguen en descenso y apenas recaudaron 3,56 millones de euros.
“Todavía queda un camino muy largo para llegar a las cifras de 2019”, concluyó Rubén Rodríguez.
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