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La cultura salta al césped

Mogwai musicalizó la banda sonora del documental sobre Zinedine Zidane; uno de los protagonistas de la novela Capital de John Lanchester es futbolista; realizadores como Juan José Campanella o Ken Loach, con Futbolín o Buscando a Eric, han buscado inspiración en el deporte rey; e incluso Albert Camus anunciaba a mediados del siglo pasado. “En el fútbol yo he aprendido mucho más sobre la condición humana y sobre la ética de los hombres que en casi ningún otro lugar”. Son manifestaciones que demuestran la íntima vinculación existente entre el deporte rey y la cultura, unos lazos que se han hecho más estrechos en los últimos años.

El último ejemplo llega a Madrid este fin de semana. En una versión más reducida que su edición en Barcelona, el festival Offside proyectará el viernes dos documentales en el Matadero. The Beautiful Game cuenta cómo el fútbol sirve de catalizador del desarrollo social en África y Football is God describe la devoción casi religiosa que sienten unos aficionados de Boca Juniors por los ídolos del club argentino. Perspectivas ambas que pretenden buscar aspectos invisibles en el tratamiento que tradicionalmente se le da a este deporte.

El estreno en Barcelona, el pasado mes de junio, fue esperanzador. Con un presupuesto de tan solo 10.000 euros, el Offside logró reunir a 600 personas en tres días en los que se proyectaron nueve películas. “Teníamos dudas de que público íbamos a tener, si iba a ser futbolero o interesado en los documentales, pero al final logramos reunir a gente de ambos lados porque el fútbol tiene mucho en común con lo social y lo cultural”, Así explica el éxito Oriol Rodríguez, director del certamen. El año que viene la continuidad está asegurada y el Offside contará, además, con una sección oficial de la que saldrán algunos premios.

Un fenómeno global

Lejos de suponer un fenómeno único, el Offside tiene múltiples precursores en el ámbito internacional. En Estados Unidos, un país hasta hace poco alejado de la idiosincrasia del balompié, se ha celebrado este año la sexta edición del Kicking & Screening. La repercusión que tuvo en su comienzo en Nueva York en 2009 ha impulsado el traslado a otras sedes como Washington, Houston, Massachusetts, Portland; y ya fuera del país, Ámsterdam, Liverpool, Londres o Kerala, en la India. Francia acoge cada año el Le Lucarne y en Alemania está el decano de todos estos festivales, el 11mm, que en este 2014 ha cumplido diez años.

En nuestro país, la primera iniciativa corrió a cargo de la fundación del Athletic Club de Bilbao. En 2013 comenzaron el Thinking Football Film Festival. Se trata de un evento gratuito que pretende mostrar a los asistentes una vertiente diferente del deporte y que nació para darle un carácter más dinámico a unos encuentros a los que acudían escritores consagrados como el uruguayo Eduardo Galeano o el británico Simon Kuper. La misma fundación lleva cinco años promoviendo Fútbol y Letras, una actividad que fusiona literatura, cómic y fútbol y que en su última edición contó con el escritor Eduardo Mendoza, el cineasta David Trueba, el periodista Enric González o el viñetista Manel Fontdevila. “La clave es el papel del fútbol en las sociedades contemporáneas. Se ha abierto al público una reflexión de segundo grado”, explica Galder Reguera, uno de los responsables de la fundación. “Un buen libro de fútbol es bueno si te está contando una historia fuera del fútbol”.

Una nueva perspectiva mediática

Lejos de las portadas copadas por las grandes estrellas y los fichajes rutilantes aparece una visión del fútbol muy diferente. La revista Panenka nació el 20 de junio de 2011, coincidiendo con el veinte aniversario del famoso penalti del jugador checoslovaco que le da nombre. Se inspiró en publicaciones como la alemana 11 Freunde o la francesa So Foot. La idea inicial, indican sus responsables, era hablar de sociedad, política, derechos humanos o cultura a través de historias humanas relacionadas con el fútbol.

La misma orientación que Panenka tiene la revista Líbero, pero internet también se ha convertido en una plataforma óptima para estas nuevas tendencias. La web ecosdelbalón.com explora nuevos caminos. Además de noticias sobre lo más relevante del mainstream futbolero, la página digital cuenta con secciones dedicadas a cuentos sobre el balompié, la relación entre el fútbol y el cine e incluso un apartado con recomendaciones musicales.

La transversalidad del deporte rey

La música tampoco ha querido dejar de lado lo que trasciende en un campo de fútbol. Los Planetas, una banda que representa a toda una generación, hicieron del balompié alguno de sus leit motivs en canciones como Un Buen Día o El Artista Madridista. Más significativo es el caso de La Habitación Roja cuyo líder, José Martí, llegó a jugar en las categorías inferiores del Valencia C.F. y que compusieron, antes de que Iniesta rompiera la profecía en 2010, Nunca ganaremos el Mundial. Mucho más sintomático es el caso de Mishima. El cantante de los catalanes, David Carabén, es hijo de Armand Carabén, mítico gerente del FC Barcelona entre 1970 y 1975, pero sobre todo el hombre clave en el fichaje de Johan Cruyff. De ahí que Mishima conozca tan bien ese acceso al Camp Nou que recuerdan en Miquel a l’accés 14. David, además, se encargó de la serie documental Recorda Míster para Barça TV.

El fútbol, en cualquier caso, no escapa de las leyes de la economía. Y como cualquier burbuja es proclive al pinchazo. Desde la editorial Contra, que traduce textos y edita libros propios, aseguran que en los cuatro últimos años se ha normalizado la situación, ya que era inexplicable que en España no existieran unos catálogos que si hay en Italia o Francia; pero el vacío que había, sostienen, se está llenando excesivamente y la dirección ahora es buscar más la calidad que la cantidad. Eduard Sancho, uno de los editores, cree que el nicho que ahora se empezará a cubrir es el de la ficción deportiva. “Hasta ahora se vinculaba el fútbol de manera errónea con un tipo de seguidor de nivel cultural bajo y había otro tipo de público que no encontraba la relación con sus inquietudes. Ahora el fútbol se está convirtiendo en algo cool. Además tiene un componente estético, de arte visual. Por otro lado, hay también una tendencia cultural a recuperar la estética, las antiguas camisetas y escudos”.

Áxel Torres conoce bien la relación entre el fútbol y la literatura. Con solo treinta y un años, además de participar en televisión y dirigir el programa Marcador Internacional, ha editado dos libros. El primero, Once ciudades, recoge once momentos cruciales en la historia contemporánea del fútbol. En el segundo, Franz. Jürguen. Pep explica el nuevo fútbol alemán como una variación en la concepción cultural de la sociedad, que ha pasado de considerar un partido como una batalla a convertirlo en una fiesta. Un proceso que se ha producido porque “el fútbol está muy relacionado con la vida, con la manera de entender muchas cosas, no se puede disociar del individuo, de su relación con la comunidad”.

El realizador Rafael de los Arcos está intentando algo tan complejo como sacar adelante en España un documental sobre fútbol que tiene previsto estrenar en 2015. Encontró su historia en el Club Unión Deportiva Ceares, un equipo asturiano a punto de desaparecer antes de que unos pequeños empresarios locales cambiaran su estructura y le devolvieran una identidad. El auge del fútbol en el ámbito cultural tiene que ver, para el director, con lo ocurrido en los últimos treinta años y las multimillonarias inversiones de los grandes clubes.

“Son ciclos del capitalismo. Por algún sitio tiene que reventar. Antes el fútbol era un lugar en el que hablar de muchas cosas. Y ahora la gente se muestra interesada en recuperar la esencia, la relación entre aficionados y equipos”. Oriol Rodríguez cree que las causas de este boom están también en que “somos una generación que pudo ver la Premier League, o que leyó Fiebre en las gradas de Nick Hornby. El fútbol, como la cultura, no deja de ser un espejo de la sociedad”.