Guadalupe Rosales llevaba catorce años viviendo en Nueva York y echaba de menos su Los Ángeles natal. Sobre todo, y como a muchos que fueron adolescentes durante los noventa, echaba de menos saber de alguna gente con la que había perdido el contacto. Algunos de sus compañeros habían acabado en la cárcel, a otros les había perdido la pista y, especialmente, echaba de menos un amigo en concreto. Cuando finalmente dio con él, a través de una red social, resultó que cumplía una sentencia de 43 años por robo a mano armada.
Decidida a hacerle la vida más llevadera, Rosales se puso a buscar recuerdos de sus amigos y amigas de los noventa y realizó un pequeño librito. De ahí, creó una cuenta de Instagram: veteranas_and_rucas.
Veteranas_and_rucas (literalmente: “tías y veteranas de las pandillas”) se ha convertido en un fenómeno y un auténtico testimonio de la cultura pandillera chicana de los noventa en la costa oeste estadounidense.
Actualmente la cuenta tiene más de 80.000 seguidores y ha pasado a ser considerada una galería online de la cultura juvenil chicana. El proyecto, además, es colaborativo: Rosales ya no es la única que postea fotos, sino que recibe documentos visuales de los archivos de otras familias, ampliando así la memoria de un tiempo, un lugar y una gente en muchas ocasiones estigmatizada por los estereotipos culturales.
Una de las razones por las que Rosales continúa con el proyecto a día de hoy es por la cantidad de interés de desconocidos. A medida que la cuenta crecía, más y más gente quería recibir información sobre la juventud chicana en ese tiempo.
Rosales acudió al Centro de Estudios Chicanos de la Universidad de California (UCLA) y no encontró nada. Así que Veteranas_and_rucas se convirtió en un museo digital para la universidad. En enero de 2017 se inaugurará exposición -física- en el distrito de Boyle Heighs en Los Angeles para mostrar el creciente archivo.
El espacio de las mujeres
Veteranas_and_rucas tiene una particularidad: hace énfasis en mostrar a las mujeres latinas, además de la cultura chicana en sí. Rosales formó parte de Aztec Nation, una de las “party crews” o subculturas que se gestaron alrededor de la música. En las fotografías se puede ver a las mujeres chicanas desde otro lugar distinto a la marginación y el estereotipo. Como explica Rosales al LA Weekly “las pandillas daban un sentimiento de pertenencia a las jóvenes en una sociedad que no les aceptaba”.
¿Hay algo similar a veteranas_and_rucas en España? No en el sentido museístico, pero sí en la celebración de una comunidad femenina marginada: cosas_de_gitanas es una cuenta de Instagram gestionada por mujeres jóvenes gitanas que hacen humor sobre estereotipos para derribarlos.
Como Veteranas_and_rucas, la cuenta incide en el aspecto estético de las chicas. Si en la primera la cuenta muestra a las mujeres con delineador marrón y pantalones anchos en homenaje al estilo chicano de los noventa, cosas_de_gitanas apela al brilli brilli de las chicas gitanas de hoy en día.
Eso sí, hay una diferencia: cosas_de_gitanas sigue siendo un espacio de comunidad y autoexpresión, mientras que Veteranas_and_rucas podría haberse convertido en “tendencia”. En algunos comentarios recientes, algunos jóvenes blancos de clase alta proponen “disfrazarse” de chicanos para fiestas privadas, en un evidente turismo de clase y raza vintage.
Tras la creación del medio satírico y de denuncia Payo Today y @cosas_de_gitanas, quien sabe si pronto llegará una revisión histórica a la altura de la injusticia.