¿Seguirá la Feria del Libro en El Retiro?
El cierre este jueves del parque de El Retiro debido al temporal provocó el pánico entre los libreros y editores. A sólo un día de la inauguración de la Feria del Libro de Madrid muchos se temían lo peor. Tampoco las tenía todas consigo su director, Manuel Gil. Otros tantos se habían quedado sin poder desembalar y colocar todos los libros y pensaban en que no iban a llegar a tiempo. Muchas miradas hacia el cielo en una jornada en la que finalmente el área de Medio Ambiente del ayuntamiento ha levantado la alerta roja para que la Feria pudiera abrir sus puertas este viernes.
La Feria del Libro de Madrid lleva en el parque de El Retiro desde hace cincuenta años. Fue en 1967 cuando se inauguró por primera vez en el paseo de coches y solo un año, por unas obras, faltó a su cita con este espacio verde. Para sus visitantes, la feria no se entendería sin el parque y viceversa, pero para esta edición, que ya es su número 77, la relación se ha tambaleado.
La trágica muerte de un niño en marzo por la caída de un árbol y las caídas de ramas –hasta 696 durante ese mes- llevaron al ayuntamiento madrileño a cerrar el parque hace dos meses para una evaluación y revisión del arbolado por parte de técnicos del área de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio. Pero no fue la única acción. Desde la Dirección de Conservación del parque se cambió la normativa para los accesos, lo que ha provocado algunas disensiones con la organización de la Feria con motivo del montaje de las casetas, ya que ahora los vehículos con los embalajes tienen que entrar por turnos y su actividad está más regulada. Una actuación que, ante la situación en la que se encuentra el parque y con el cierre de ayer, suscita un interrogante: si se avanza en la regulación y control, ¿podrá seguir la Feria en El Retiro?
“La alcaldesa ha sido muy rotunda. La posición del gobierno es que la Feria continúe en él. Es verdad que quien es más contrario es el área de Medio Ambiente, que quiere preservarlo y poner normas que regulen la actividad en el parque”, explica a eldiario.es Fernando Valverde, al frente del Gremio de Libreros de Madrid. A pesar de ello, continúa diciendo que “en principio no hay peligro de que no siga aquí y si lo hay, buscaríamos una alternativa, aunque es algo en lo que no queremos ni pensar”,
El director de la Feria, Manuel Gil, reconoce que esta nueva regulación ha causado un desajuste. “Es cierto que normalmente los días de montaje entraban los coches, se quedaban todo el día, y esto parecía un párking público. Ahora hay una regulación. Pero entendemos estas precauciones desde parques y jardines”, alega.
Desde la Feria también se ha comunicado a los expositores nuevas normas de cuidados con respecto al parque como, por ejemplo, qué hacer con los residuos. “Lo que queremos hacer con ellos [dirección de Parques y Jardines] es sentarnos cuando termine la feria. El primer año que cambias una cosa, los desajustes están asegurados, por lo que queremos definir los protocolos. Pero la feria va a seguir aquí. La alcaldesa nos lo ha asegurado”, zanja Gil.
Una feria “verde” y feminista
De hecho, este viernes 25, si finalmente no hay cierre del parque, arrancará una edición que, según su director, pretende que sea “verde y sostenible”. Todo el material impreso producido por la feria llevará el sello PEFC, que garantiza que son productos de bosques gestionados sosteniblemente, habrá hasta seis conferencias sobre sostenibilidad, varias actividades relacionadas con los árboles de El Retiro y se plantará una araucaria, como símbolo del Árbol de la Feria.
La otra pata será feminista. El cartel de este año, diseñado por Paula Bonet, pretende reconocer a “autoras que han sido olvidadas”, según dijo ella en la presentación de este diseño. Sucede al gato de colores de Ena Cardenal de la Nuez del año pasado, y marca la senda de esta edición en la que habrá varias actividades dedicadas al papel de la mujer en la industria editorial y la literatura.
Así, entre ellas se encuentran las mesas de debate Gloria Fuertes: poemas de una mística en el suburbio, con Amparo Latre, Alicia Pérez Tripiana y Juan Carlos Rodríguez; Voces femeninas de la literatura rumana, con Ioana Parvulescu, Iona Nicolaie y Adina Popescu; Cómo y por qué surge el movimiento Mujeres del Libro; Me gusta esa mujer, los personajes femeninos en la obra de José Saramago; y Quién teme a Ursula K Le Guin, entre otras.
“Las mujeres suponen el 65% de los visitantes de la Feria”, afirma contundente Gil. Pero no solo son las lectoras, que en todas las estadísticas de lectura están por delante de los hombres, también en los libros y su temática se observa esta presencia de las mujeres, que ha crecido de forma exponencial en los últimos meses. Esta una cuestión que, según el portavoz del Gremio de Libreros, están notando los libreros: “Estamos asistiendo a un descubrimiento de mujeres de las generaciones del 27 o del 98 que eran más desconocidas y eso es algo muy significativo”.
El ejemplo de Luisa Carnés con libros como Tea Rooms, que ya despuntó el año pasado, es solo un paradigma de este fenómeno. En términos de bestseller se da por seguro que María Dueñas, con su nueva novela, Las hijas del capitán, sea una de las que más colas atesore.
Precisamente, desde Rumanía, que este año es el país invitado y que desplegará más de cien actividades, llegará una de sus escritoras insignia, Ana Blandiana, que fuera disidente del régimen de Ceauscescu. Junto a ella estará Mircea Cartarescu, que inaugurará la feria y que es uno de los candidatos al Nobel que más suena en los últimos años. Su último libro en español, Solenoide, fue publicado hace solo unos meses. No será el único gran nombre que pasará por la Feria. Muchos esperan ansiosos a quien ya sí tiene el codiciado Nobel, J.M Coetzee, que se paseará por El Retiro este primer fin de semana.
Bookstagramers y booktubers
BookstagramersbooktubersLos más jóvenes también tendrán su espacio en esta edición, que contará con un escenario por el que pasarán booktubers y bookstagrammers –aquellos que recomiendan y hablan de libros en la red Instagram, para los no iniciados-. Una vez más, los datos mandan: “El 26% de los visitantes que vienen a la feria tienen menos de 26 años”, admite Gil.
Hay más, la edición de libros infantiles y juveniles es la que más ha crecido en el último año. En 2017 se produjo hasta un 21% más de libros en este sector, según la Panorámica de Edición de Libros hecha pública esta semana por el Ministerio de Educación y Cultura.
“Hace años los niños eran menos lectores y la escuela fomentaba la lectura, pero la familia no lo hacía de manera especial. Creo que esto es lo que ha cambiado y que ahora las familias se toman muy en serio la lectura desde edades muy tempranas”, sostiene Valverde, para quien también influye que “el pirateo a los álbumes infantiles y libros ilustrados les afecta menos”.
En definitiva, hasta 363 casetas –cinco menos que el año pasado-, 700 sellos –muchas veces se comparten las casetas- y más de 400 actividades adornarán esta edición libresca, que ha contado esta vez con un presupuesto de 1.200.000 euros, aunque solo el 8% es público (de la Comunidad de Madrid y el Ministerio puesto que el ayuntamiento sólo cede el parque).
Y, pese a que el repunte de ventas en los últimos meses “no es tan bueno como esperábamos”, según Valverde, las expectativas hasta su último día, el próximo 10 de junio, sí son buenas. Muchas veces en la Feria, que de momento se queda en El Retiro, casi todo depende de la lluvia.