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LOS DISCOS DE LA SEMANA

20 años de 'OK Computer', el disco más relevante de los 90

Luis J. Menéndez

Radiohead

OK Computer. OKNOTOKXL / EverlastingPOP★OK Computer. OKNOTOK

8/10

Circulaba los últimos días un meme a propósito del concierto de Radiohead en Glastonbury que, simulando una noticia, decía algo así: “Radiohead averguerzan a su público al ser aplaudidos durante tres minutos mientras afinaban y que se confundiera con una nueva canción”. La broma, propia de nuestro Mundo Today, en realidad habla bastante a las claras del respeto reverencial que despierta la banda de Oxford. Un respeto que se empezó a gestar con la publicación de este OK Computer, publicado hace veinte años y que vuelve con toda su fuerza en una edición remasterizada y con un segundo disco con temas extra.

Volvamos por un instante a 1997. Aunque la muerte de Kurt Cobain significó el principio del fin del grunge tres años antes, Pearl Jam y Foo Fighters terminaron de convertir el género en un espectáculo masas por la vía del rock clásico. En Inglaterra la nostalgia también campaba a sus anchas con ese desdichado invento que se dio en llamar brit-pop. En ese contexto podría decirse que el mundo el rock necesitaba el advenimiento de Radiohead, su sofisticada reinvención de los presupuestos estéticos y narrativos de Pink Floyd: pacifismo, una pesimista visión del futuro y cierto carácter (el justo) experimental.

Radiohead no asustaban a nadie, ni a ese público masivo que necesitaban para convertirse en la banda más importante de su tiempo, ni a aquellos otros que se interesaban por aventuras sonoras bastante más sustanciosas, de Boards Of Canada y Aphex Twin a Wu-Tang Clan.

Ambos mundos se pusieron de acuerdo y abrazaron al calor de baladones de mérito como Let Down, Karma Police o No Surprises, con los que un lacrimógeno Thom Yorke lanzaba su crítica al mundo hiperglobalizado y obsesionado con el control que estaba por venir.

No todo fueron luces: canciones como Electioneering o Subterranean Homesick Alien sirvieron de inspiración palpable para que la maldición de Muse cayera sobre nuestras cabezas. En España la influencia de este disco sobre la nueva generación indie también se ha revelado nefasta.

El caso es que, más allá de filias y fobias personales, OK Computer ha pasado a la Historia como el disco más relevante de la década de los 90 con permiso del Nevermind de Nirvana, y eso es un hecho. La celebración de este aniversario nos pilla con el grupo situado más allá del bien y del mal, a pesar de que su evolución e interés por la electrónica y lo experimental parece dar la razón a quienes en su momento calificaron a estas canciones de “versión domesticada de la vanguardia pop del momento”.

Para los que evolucionaron de forma diametralmente opuesta al grupo y progresivamente se han ido alejando de Radiohead, parece destinado ese segundo disco compuesto por once canciones de la época: tres de ellas inéditas y ocho caras b. Y que así la fiesta sea completa.

Dorian Wood

XaláAtonal InsustriesCANCIÓN★Xalá

8/10

Xalá es el álbum “español” de Dorian Wood. Este músico de raíces latinas y nacido en Los Ángeles despertó la atención de medios y público de nuestro país hace unos años, cuando vino a presentar en directo su disco Rattle Rattle. Nos encontramos con un artista que baila sobre la cuerda floja, sin importarle que lo excesivo de la propuesta amenace con derrumbar su particular castillo de naipes musical y expresivo. De aquella gira surgieron una serie de amistades que desembocan en este álbum, en el que el californiano se deja acompañar por los valencianos Marcos Junquera a las percusiones (Betunizer, Estrategia Lo Capto!, Alberto Montero, etc.) y Xavi Muñoz (A Veces Ciclón) en el contrabajo y también como apoyo vocal.

El resultado de ese encuentro es un disco infinitamente más sobrio que el citado Rattle Rattle -en el que Wood se dejaba arropar por toda una orquesta-, pero igualmente intranquilizador. Con la sexualidad (homosexualidad) como elemento central de su discurso e íntegramente interpretado en castellano, Xalá aporta otro punto de vista a la cuestión de género. Tan rotundo como Antony & The Johnsons, Arca o Rufus Wainwright, ocupando un espacio a medio camino de la vanguardia (con Scott Walker en el retrovisor) y el bolero. Un lujo que artistas a pecho descubierto como Wood tiendan puentes entre ambos lados del Atlántico.

 

Ben Salisbury & Geoff Barrow

Black Mirror: Men Against FireInvada / [PIAS]BANDA SONORA★Black Mirror: Men Against Fire

6/10

Invada Records se ha especializado de un tiempo a esta parte en la publicación de bandas sonoras de películas y series de televisión de culto: Drive, Don’t Breathe, Stranger Things, Prevenge, Mr. Robot, Narcos, Hannibal...  En esta ocasión, además, la edición está más justificada que nunca porque, junto a Ben Salisbury, la banda sonora la firma Geoff Barrow, una de las cabezas pensantes de Portishead y copropietario de este pequeño pero encomiable sello británico.

No es la primera vez que Salisbury y Barrow hacen equipo y componen conjuntamente para ilustrar imágenes en movimiento. Su primer ejercicio en ese sentido fue en realidad una banda sonora imaginaria: Drokk, música inspirada por Megacity One, la ciudad del Juez Dredd. Más ambicioso fue su trabajo para una de las grandes películas de ciencia ficción de los últimos años, ExMachina.

En esta ocasión, estos 37 minutos de inquietantes pasajes instrumentales sirven para ambientar uno de los capítulos de la tercera temporada de Black Mirror, producción británica de corte distópico que encaja como anillo al dedo a los ambientes creados por Salisbury y Barrow.

En el episodio Men against fire dos soldados del futuro deben proteger a un grupo de ciudadanos del ataque de una plaga mutante. Musicalmente esto se traduce en 14 movimientos de ambient siniestro, puntualmente atacados por ritmos electrónicos de cuatro por cuatro primario y reptante. Es un trabajo funcional y menos deslumbrante de a lo que nos tenía acostumbrados la pareja, en la línea de los ejercicios cinematográficos de Johnny Jewell y la citada banda sonora de Stranger Things a cargo de Kyle Dixon y Michael Stein.

 

Fovea Hex

The Salt Garden IIJanetAVANT-POP★The Salt Garden II

9/10

Allá por la década de los setenta, cuando todavía era una adolescente, Clodagh Simonds lideró a una banda de psych folk destinada a convertirse objeto de culto: Mellow Candle. Más o menos también por aquella época, Simonds colaboró con Mike Oldfield en discos como Hergest Ridge y Ommadawn, para con el paso de los años ir desapareciendo de la faz de la tierra más allá de puntuales apariciones (Oldfield volvió a rescatarla como colaboradora en Amarok y Tubular Bells III). Pero en verdad la cantante irlandesa nunca llegó a alejarse del todo de la música. A mediados de la pasada década regresó con un proyecto al que bautizó Fovea Hex de la mano de Laura Sheeran, Michael Begg y una serie de amigos y colaboradores entre los que encontramos a Brian y Roger Eno o la celista Julia Kent.

Desde que Fovea Hex asomaran la cabeza en 2005 con el EP Bloom la formación no ha parado de publicar de forma intermitente y más bien subterránea referencias que comparten el mismo patrón: música a medio camino del folk y el ambient, marcada por la extraordinaria y emocionante voz de Simonds, que justifica las comparaciones con This Mortal Coil. Y de esta forma lo de Fovea Hex se ha convertido poco a poco en un secreto a voces, con fans declarados como el Porcupine Tree Steven Wilson o David Lynch.

La publicación de la segunda entrega de su nueva colección de EP’s, The Salt Garden, es solo la excusa para llamar la atención sobre una de las propuestas más hermosas del pop con espíritu aventurero de la actualidad. Aquellos que corran a bucear en su bandcamp  encontrarán premio seguro.

 

King Gizzard & The Lizard Wizard

Murder of the UniverseHeavenly / [PIAS]ROCK★Murder of the Universe

8/10

Los australianos King Gizzard & The Lizard Wizard son figuras quijotescas y como tal no pertenecen a nuestro tiempo. Hace unas semanas la furgoneta les dejó tirados en algún punto perdido de Aragón a solo unas horas de su concierto en Madrid. Sin embargo, la banda terminó llegando en diferentes coches minutos antes de empezar su concierto para dar el mejor show que se recuerda en la capital en mucho tiempo. Además, al mismo tiempo que giran por el mundo, siguen peleando contra el tiempo para cumplir con su promesa de publicar cinco discos antes de que acabe el 2017.

Murder of the Universe es solo el segundo. Independientemente de que consigan su propósito, que en la sociedad del consumo rápido y la moda pasajera un grupo de rock consiga mantener semejante nivel de puntería en sucesivos discos (va una decena en un lustro) ya es digno para ingresar en el Guinness de los récords.

Concebido como una obra conceptual en tres partes, Murder of the Universe muestra la faceta más acelerada y hardrockera de la banda, con un sonido deliveradamente sucio, casi lo-fi. La voz en off de Leah Senior sirve de hilo narrativo para una serie de historias de ecos clásicos: la tentación, la lucha de la luz frente a la oscuridad, criaturas mitológicas que se consumen y engullen el universo...

Para Stu Mackenzie y sus compañeros, estos delirantes juegos narrativos parecen meras excusas con las que dar rienda suelta a su desquiciante hard-rock de tintes ácidos a toda pastilla. Para nosotros, una coartada tan buena como cualquier otra para seguir dándole crédito a la banda de aroma retro más divertida de la actualidad.

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